Fue en tres ocasiones que el sargento segundo de Carabineros, Cristián Rivera, no se presentó ante la justicia para ser formalizado por su participación como autor de los 140 disparos que Brandon Hernández Huentecol recibió en su espalda en diciembre de 2016, cuando tenía 17 años, en medio de un operativo policial en Collipulli.
Finalmente, este jueves el funcionario policial llegó hasta el Juzgado de Letras y Garantía de Collipulli, donde el Ministerio Público logró formalizarlo por cuasidelito de lesiones graves gravísimas y apremios ilegítimos. Además, la jueza de garantía decretó la medida cautelar de arresto domiciliario total para Rivera y estableció un plazo de tres meses para la investigación.
El 18 de diciembre pasado, el carabinero desenfundó su arma en medio de un control policial que terminó con los disparos contra el joven cuando este estaba en el suelo boca abajo, lo que lo dejó gravemente herido y por lo que debió internado por semanas en la Clínica Alemana de Temuco. El hecho fue calificado como un “accidente” por el general jefe de la Novena Zona Policial de Carabineros, Christián Franzani.
Las justificaciones por las ausencias previas de Rivera fueron variadas: en una primera ocasión, señaló que que no fue notificado para asistir a la audiencia; en una segunda oportunidad, avisó vía telefónica al tribunal que debía asistir por otra causa al Tribunal de Los Ángeles. Y finalmente, en la tercera, presentó una licencia médica.