Luego de que se filtrara la hoja de vida del nuevo general director de Carabineros, Hermes Soto, diversas voces comenzaron a cuestionar quién estuvo detrás del objetivo de ensuciar la imagen de la nueva autoridad de la institución. Así, los uniformados apuntaron al teniente coronel Jorge Espinoza Alarcón, quien hasta hace poco fue el ayudante del general Bruno Villalobos, como el autor de la filtración que llegó a manos del diputado Hugo Gutiérrez.
El documento en cuestión revelaba las sanciones que Soto recibió por su vinculación con el dueño de un prostíbulo en la década de los 80. El funcionario acusado de la filtración no sería sancionado: la decisión la habría tomado el propio general director de Carabineros, para intentar dar una señal de que él no buscaría pagar con la misma moneda y que esperará el resultado de la investigación de la Justicia Militar.
Sin embargo, al interior de las filas de Carabineros, el nombre del teniente coronel comenzó a difundirse rápidamente. Incluso se difundieron memes con la palabra «traidor» entre las redes sociales de los uniformados.
El propio Espinoza habría reconocido los hechos enviando un mensaje interno a los policías, en donde dejó claro que estaba esperando ser trasladado: «Soy uno de los tantos oficiales que tiene acceso a la base de datos Institucionales, acorde al perfil del cargo (…). Incluso en un wsap de algunas de otras promociones ya han puesto foto mía indicando ‘este es el traidor"», consignó El Mostrador.
La situación privilegiada de Espinoza lo hacía un candidato fuerte para un ascenso a general. Sin embargo, «la tropa» no le perdonaría haber perjudicado la imagen de Hermes Soto y su principal objetivo -de acuerdo a lo sostenido en círculos de suboficiales- que era denostar que su ascendencia viniera de un carabinero común y corriente.
«Con este hecho demostró completa deslealtad ante el alto mando y quiso denostar el nombramiento de un hijo de un suboficial», se leyó en los grupos de WhatsApp Carabineros de todo Chile.