Por 79 votos a favor, 2 en contra y tres abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó este jueves el TLC entre Chile y Uruguay.
En la votación no asistieron ni las bancadas del Frente Amplio ni del Partido Comunista que, a esa hora, según hicieron difusión por redes sociales, prefirieron trasladarse a la Marcha por la Educación.
Se esperaba que los votos de los comunistas y los frenteamplistas fueran en contra de la iniciativa, por lo que este TLC iba a convertirse en el primero que tendría una oposición significativa de todos los que se han votado en el Congreso chileno. Sin embargo, aquello no ocurrió y el proyecto pasó sin obstáculos al Senado.
Eso provocó una lluvia de críticas en redes sociales de varios usuarios que consideraron que hubiera sido más efectivo que los parlamentarios no asistieran a la marcha y se quedaran en la sala a para participar de la votación e impedir que el TLC avanzara tan fácilmente en su tramitación.
Uruguay, en definición
El texto del acuerdo, de 241 páginas, es considerado por los expertos como un giro neoliberal del gobierno de Tabaré Vázquez y como un paso estratégico en el avance de políticas desregulatorias en Sudamérica, debido a que arrastra a los países integran el Mercosur a la lógica libremercadista de la Alianza del Pacífico.
En Uruguay la decisión sobre apoyar o no el proyecto aún no está cerrada. De hecho, la señal del parlamento chileno se consideraba un importante insumo para Uruguay, donde el tratado genera fuerte resistencia al interior del Frente Amplio de ese país. El 2 de mayo se realizará un plenario de la coalición que definirá si el oficialismo apoya o no el proyecto.