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El sumario realizado tras la denuncia de acoso sexual contra el académico y ex presidente del TC dio cuenta de algunos de los mensajes calificados como «inapropiados» por parte de Carmona hacia su estudiante.
Sofía Brito, la estudiante de derecho de la Universidad de Chile que denunció por acoso sexual al académico y ex presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona, desistió del recurso de protección que había presentado en contra de la casa de estudios.
La decisión fue tomada tras una reunión con el rector Ennio Vivaldi y la directora de Igualdad de Género, Carmen Andrade. La denuncia de Brito contra Carmona fue uno de los hechos que impulsó la toma feminista de la facultad y el inicio de una serie de ocupaciones exigiendo protocolos para enfrentar las denuncias por acoso y abuso sexual en los establecimientos.
Brito presentó el recurso contra la U. de Chile luego de que el sumario contra Carmona terminara solo con una censura, que finalmente se cambió a una suspensión de tres meses, con goce de 70% de las remuneraciones y una anotación en su hoja de vida. Esto, debido a que el acoso no está tipificado.
Por su parte, el acusado apeló a la sanción reconociendo el tono «demasiado» cercano de sus conversaciones, pero asegurando que no fue más que eso: «Establecimos una relación horizontal de amistad, siendo que debe existir una distancia y una relación jerárquica profesor/alumna que debe ser siempre mantenida (…) reconozco que la relación con Sofía se estrechó demasiado y era mi responsabilidad, como profesor, que eso no sucediera», sentenció.
Brito reveló que en una ocasión se durmió en el sillón de su oficina y Carmona la despertó tocándole el pelo, una conducta calificada como «impropia e incompatible con la calidad de académico de la corporación», teniendo en cuenta la relación asimétrica entre un docente y una alumna.
Según consignó La Tercera, el sumario dejó de manifiesto las actitudes y conversaciones iniciadas por Carmona que dan cuenta de esta falta de asimetría en la relación entre ambos: algunas de ellas, iniciadas generalmente por el académico, se desarrollaron entre las 7 de la mañana y la media noche.
Pese a que Brito pidió al profesor poner límites a la relación entre ambos, la investigación detalló que el académico le preguntaba cómo había amanecido o dormido, hechos que pueden ser «ser calificados como indeseados, indebidos, inadecuados e inapropiados», subrayó el sumario.
«Eres maravillosa!!», «Estás llena de sorpresas!!”; «Lo esencial es que te quiero, eres muy valiosa para mí”; “Me encanta hacer esto. Me siento feliz cuando capto tu interés y atención!!”, fueron algunos de los mensajes enviados por el docente a la estudiante.
En otros mensajes, Carmona asegura que es «un sueño hecho realidad» ver las cosas de su alumna en su oficina y agrega que «nada de lo anterior significa que no me hagas falta y que no te necesite. Porque realmente ha sido muy difícil avanzar sin tu ayuda. Demasiado. Y muy triste».
