Este lunes, la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) amenazó con iniciar un paro nacional si es que no logran entablar conversaciones con el gobierno, y específicamente con el ministro de Justicia, Hernán Larraín (UDI), para abordar las precarias condiciones laborales en que se desempeñan.
El ultimátum de los funcionarios se generó a raíz de la detención del gendarme Héctor Palma –quien estaba a cargo de la celda de los reos que torturaron a los autores del homicidio de Margarita Ancacoy–, quien el viernes pasado quedó en prisión preventiva por el delito de apremios ilegítimos, luego de haber presenciado los hechos y no haberlos detenido ni informado.
Ante ese escenario, este lunes un grupo de gendarmes iniciaron una movilización como rechazo a las precarias condiciones en las que trabajan, además de respaldar al gendarme detenido.
“Queremos que el ministro de Justicia nos reciba hoy con nuestro petitorio, si es que no nos recibe mañana estamos en paro”, aseguró Andrés Segovia, tesorero nacional de la ANFUP, quien agregó que “se culpa a los gendarmes de la precariedad del sistema, pero el Estado aún no ha entregado los recursos necesarios”.
Entre sus demandas, se encuentra incrementar la dotación de las plantas de la institución y la construcción de nuevas cárceles en el país, que permitan mejorar condiciones de los gendarmes y de los internos.
En tanto, si es que el paro se lleva a cabo, implicará que no se concreten los controles de detención y otros procedimientos ligados al funcionamiento de la institución.