En medio de fuertes cuestionamientos por el caso llamado «Cofradía», donde un grupo de religiosos de Rancagua fueron denunciados por abusos sexuales y conductas impropias, el obispo Alejandro Goic decidió presentar su renuncia, junto a Horacio Valenzuela.
Y esto ya es definitivo ya que el papa Francisco aceptó las renuncias, sumándose a las de Juan Barros, Cristián Caro y Gonzalo Duarte, quienes salieron de sus puestos hace dos semanas.
De esta manera, ahora fueron nombrados como administradores apostólicos de la diócesis de Rancagua Luis Fernando Ramos Pérez y Galo Fernández Villaseca, en Talca.
Si bien por el caso que Goic incluso declaró como testigo por los abusos de los sacerdotes de la diócesis y fue acusado de no investigar pese a que tenía antecedentes en su poder, el ahora otrora obispo adjudicó su retiro a su avanzada edad.
En tanto que Valenzuela era un discípulo de Karadima y, al igual que Barros, fue criticado por posibles encubrimientos al párroco de El Bosque. Hace poco tiempo, incluso señaló que cometió un error al no percatarse de que ocurrían «cosas malas», y comparó su supuesto desconocimiento al que tenían otros con las torturas y detenidos desaparecidos de la dictadura.