Ya han pasado nueve meses desde que entró en vigencia la ley que despenaliza el aborto en tres causales, y uno de los temas que ha concentrado la atenciónen este período es el protocolo que permite que el personal médico pueda declararse como objetor de conciencia, y de este modo, negarse a participar del procedimiento.
A pesar de que el gobierno aún no presenta un protocolo oficial para las instituciones que quieran sumarse –luego de que Contraloría declarara que «no se ajusta a derecho» la modificación que realizaron a comienzos de marzo, y que permitía que las clínicas objetoras recibieran recursos del Estado– ya existen las primeras cifras que dan cuenta del difícil acceso para quienes quieran acceder al procedimiento.
Según datos publicados por Emol, y entregados por la subsecretaría de Redes Asistenciales, en total son solo tres los hospitales a lo largo de Chile los que no tienen médicos obstetras que sean objetores de conciencia: el Hospital de San Carlos en Ñuble, Higueras de Talcahuano en la región del Biobío y el hospital de Quellón en Chiloé.
Además, del total de 1.132 profesionales obstetras, 936 se declaran como objetores por alguna de las tres causales. Cuando se trata de peligro de vida para la mujer, son 185 los médicos que lo hacen, cifra que corresponde al 16%. En tanto, en el caso de inviabilidad fetal, la cifra aumenta a 270.
La causal que genera más rechazo genera entre los médicos es la tercera, que corresponde a los embarazos producto de una violación, donde 484 médicos de hospitales públicos (42%) se negaron a practicar el procedimiento.
En tanto, en el caso contrario, en el país hay dos hospitales que no cuentan con obstetras para realizar abortos. En estas situaciones, las pacientes deben ser derivadas a un recinto hospitalario que realice el procedimiento.