Osman Méndez, el ex conductor de la diputada Camila Flores, detalló los malos tratos que recibió por parte de la parlamentaria.
Tras presentar su renuncia, el trabajador recibió dos semanas después una carta de despido por faltas graves, de las que no hay registro. Fueron tres meses de trabajo: tiempo en el que vivió malos tratos, dificultades de diálogo, jornadas laborales de más de 15 horas y hasta solicitudes constantes de la parlamentaria para infringir las leyes del tránsito.
Según contó a Radio Bío Bío, Osman fue el tercer chofer de la parlamentaria en sus ocho meses de trabajo como diputada de la República. Osman detalló que, tras su renuncia, recibió una carta por correo certificado informándole que se le despedía por «pérdida de confianza», una acusación que inhabilita al funcionario a optar a cargos públicos.
A la vez, otros funcionarios indicaron, bajo identidad protegida, que Flores les indicaba cómo vestir hasta cuando estaban fuera del Congreso. Además, debían trabajar para situaciones personales de la diputada, como fiestas de cumpleaños o ir al supermercado.
Méndez calificó a la parlamentaria como «un poco impulsiva» y detalló que asuntos cotidianos, como encontrar una dirección en Valparaíso eran razón de abusos y malos tratos.
No es el único trabajador que renunció a su trabajo con Flores: otros conductores, periodistas y territoriales incluso estudian tomar acciones judiciales para dar cuenta de lo que vivieron.
Según el reportaje de BioBio, el equipo de la diputada no habría cursado la denuncia para ganar tiempo y negociar con el trabajador. Sin embargo, ante su negativa, decidieron despedirlo por faltas graves de las que no hay registro. En tanto, desde el equipo de Camila Flores no se han pronunciado aún al respecto.