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Exigen libertad para Vicente Huinca, el joven de 14 años del INBA que cumple arresto domiciliario sin juicio ni pruebas concluyentes

Publicado: 09.01.2019

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El joven estudiante del Instituto Barros Arana Vicente Huinca (14) se encuentra con arresto domiciliario hace más de dos meses, cuando se le acusó de desórdenes graves y manipulación de artefactos incendiarios en las inmediaciones del liceo. El juzgado determinó esta medida de encarcelamiento mientras se desarrolla el proceso de investigación.

Esta noticia se conoció a pocos días de la aprobación de la Ley Aula Segura, reforzando los planteamientos del gobierno sobre la necesidad de aplicar sanciones antes los «desordenes» en los establecimientos de educación.

Desde la Red por la Defensa de la Infancia reclamaron que «las pruebas que estableció el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), se presentan como evidencia horas después del arresto de los niños, y fueron encontradas; según declaraciones del director del INBA; al interior del establecimiento educacional, no en poder de los niños».

La madre el joven, Hellen FIgueroa, reafirma esta información, indicando que al momento de la detención los estudiantes no portaban los explosivos y que así queda evidenciado en los vídeos del procedimiento, que ya se encuentran en manos de la justicia.

Igualmente, la Red indica que esta clase de castigos vulneran los derechos de la infancia y que «claramente deja una señal de represión a todo aquel que quiera se movilice por sus derechos individuales y colectivos».

Este viernes 11 de enero, la abogada de la Defensoría Popular solicitará el cambio de esta medida cautelar con la finalidad de que Huinca deje de «estar preso en su hogar y frenar con los hostigamientos policiales». Para este día han convocado a una protesta a las 12 horas a las afueras del 6to Juzgado de Garantía, ubicado en avenida Pedro Montt 1606 en metro Rondizzoni.

Desde la misma organización comentaron que «Vicente es un niño mapuche que ha sido educado en base a la consciencia social, con valores basados en el trabajo colectivo y el apoyo a quienes se ven más desfavorecidos y esto no es un delito. Eso no lo hace un delincuente como ha sido catalogado por las instituciones estatales y educativas».

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