En La Moneda diseñaron un sistema alternativo de indemnización por años de servicio, que plantea que cada empleado recibiría medio mes de sueldo por año de servicio. En el actual, se paga un mes por cada año con un tope de 11 sueldos.
Sin embargo, la reforma que el gobierno de Sebastián Piñera piensa presentar en marzo con un tope de 11 años sea a todo evento, ya sea por renuncia o despido y aunque el trabajador haya desempeñado funciones por menos de un año en una empresa.
La propuesta se aplicaría de forma voluntaria en los contratos nuevos y, según explicó el economista Joseph Ramos, actual miembro del comité a cargo de elaborar el plan, «pretende que el trabajador tenga la opción de indemnización a todo evento, pero por la mitad de eso, medio mes al año».
La idea gustó en el empresariado, con la Cámara Nacional de Comercio y la Cámara Chilena de la Construcción alabando la medida porque permitiría «mayor movilidad» en el mercado laboral. Sin embargo, desde Asimet advirtieron que el sistema aumentaría el costo de la mano de obra.
Desde el mundo sindical, el dirigente Horacio Fuentes -del consejo nacional de la CUT- cuestionó la medida asegurando que «lo que los trabajadores queremos hoy es más certezas y más seguridad, fundamentalmente seguridad social, pero esto va absolutamente en la dirección contraria».
A la vez, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CTC), Arturo Martínez, declaró a El Mercurio que «las indemnizaciones por años de servicio han dado algo de estabilidad, porque a los empleadores les cuesta un poquito despedir gente».