El caso de Carolina Torres ha impactado al país. Por andar caminando en la calle junto a su pareja, Carolina fue atacada y brutalmente golpeada por dos jóvenes que provocaron una fractura en su cráneo y hemorragia interna lo que la mantiene en estado grave en la Posta central en un claro ataque lesbofóbico, motivado por la orientación sexual y expresión de género de la víctima.
El día de ayer, agrupaciones lésbicas y de disidencia sexual hicieron un llamado a una concentración a las afueras de la Posta Central en apoyo a Carolina donde exigieron justicia por este nuevo ataque a personas de la comunidad LGBTIQ+.
En las redes sociales, las demandas de justicia se masificaron mediante el hashtag #JusticiaParaCarolina donde miles de personas han enviado mensajes de apoyo a Carolina y de paso han hecho pública una denuncia en contra de el uniformado de carabineros, Miguel Carrasco, por festinar y burlarse de la situación que vive Carolina.
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Incluso el mismo Presidente Piñera ocupó las redes sociales para condenar el ataque en contra de Carolina por su orientación sexual, sin embargo, las redes sociales no dejaron pasar que se demoró más de un día en condenar el ataque y lo contradictorio que es su condena, ya que el mismo y su sector político han sido quienes más han discriminado a la comunidad LGBTIQ+ al negarse a aprobar leyes de matrimonio igualitario, adopción homoparental o de incitación al odio.
Ataques de odio como estos hacen más urgente erradicar la violencia psicológica y física en contra de las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales ya sea por su orientación sexual, identidad o expresión de género.