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Nuevos antecedentes indican que el presidente no puso las garantías necesarias para realizar la transacción. Esto demuestra que Piñera habría estado en una posición de privilegio frente a otros inversores.
Durante el año pasado se dio a conocer que el ex gerente de Banchile, Francisco Armanet, tenía en su poder audios donde se daba cuenta de que el presidente Sebastián Piñera contaba con información privilegiada en la compra de acciones de LAN en 2006.
A través de esta operación, que fue abordada en detalle en el En el libro «Piñera y los leones de Sanhattan», del periodista Sergio Jara Román, el mandatario ganó millones si gastar un solo peso y se saltó la Ley del Mercado de Valores cuando formaba parte del directorio de la aerolínea.
Sin embargo, hasta ahora siguen saliendo nuevos detalles de la acción de Piñera, quien fue multado en 2007 por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por incumplir el deber de abstenerse de comprar estos títulos estando en conocimiento de información privilegiada.
Según consigna El Mostrador, Piñera no sólo habría contado con información privilegiada, sino que también habría tenido ventaja ante otros inversores debido a que no cumplió con una garantía que establece la Bolsa Electrónica.
Para realizar esta transacción, que implicó un monto de $9.840 millones, el actual presidente recurrió a la corredora del Banco de Chile que le otorgó un crédito con cargo a sus arcas y que fue saldado gracias a una operación simultánea con acciones de Antarchile, sociedad de inversiones de la familia Angelini.
Una operación simultánea funciona de manera similar a un crédito puesto que permite a un inversionista adquirir acciones de una empresa sin tener los recursos para esto. La operación se concreta a través de un tercero que presta, a cambio de una tasa, acciones de la compañía al inversionista bajo el compromiso de que éste compre estos títulos en un plazo pactado.
Esta transacción beneficia a quien financia la operación debido al interés que se genera producto del préstamo, mientras que el inversionista inicial, además de adquirir los papeles que desea, podría beneficiarse de la variación de precios que habría entre el período pactado y el plazo en que termina la operación.
No obstante, para esto el inversor debe dejar una garantía que sirva como respaldo del préstamo y que debe tener un valor equivalente al paquete de acciones que se adquiere. Esta garantía debe entregarse dentro de las 24 horas siguientes después de la fecha de liquidación de la transacción.
Sin embargo, Piñera lo hizo después de 5 días, lo cual no cumple con los establecido por la Bolsa Electrónica y demuestra el privilegio que habría tenido Piñera dentro de ese espacio.
La Bolsa electrónica, en su circular 166, exige que las garantías deben constituirse al día hábil siguiente de haberse concretado la operación, hasta las 14 horas.
La operación que realizó Piñera fue el 24 de julio y se realizó con un plazo de liquidación contado normal. Con esto el actual mandatario tenía un plazo de 48 horas para financiar la operación. El préstamo del banco fue saldado el 26 de julio con una operación simultánea, con acciones de Antarchile, equivalentes a $9.350 millones. A pesar de que la garantía de operación debía entregarse el 27 de julio, esto ocurrió recién el 2 de agosto a través de más acciones de la misma sociedad de inversión y otras de Corpbanca.
