La Nunciatura Apostólica en Chile comunicó este sábado que aceptó la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati a la Arquidiócesis de Santiago. En su reemplazo asumirá el monseñor, Celestino Aós Braco (74), como administrado apostólico de la vacante.
Ezzati está siendo investigado por la justicia chilena por encubrimiento de abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia Católica. Hace uno días, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó la solicitud de sobreseimiento de una de sus causas presentada por su defensa.
Luego de su nombramiento en diciembre del 2010, Ezzatti tomó posesión de su cargo el 15 de enero de 2011 como Arzobispo de Santiago. Su posición al mando de la Iglesia Católica chilena se vio fuertemente cuestionada debido a las denuncias de abuso sexual cometidas al interior de la institución, casos en los cuales el mismo Ezzati tuvo conocimiento pero no realizó acciones concretas para denunciar ante la justicia chilena.
Las críticas de parte de víctimas, laicos y la opinión pública fueron aumentando a medida que se conocían más y más casos de abusos sexual. La última de ellas, es el caso de abuso del presbítero Tito Rivera, donde Ezzati, habiendo sido informado por la misma víctima de los hechos, soló lo abrazó, lo conminó a rezar y le entregó 30 mil pesos.
Una de las víctimas del caso Karadima, Juan Carlos Cruz, escribió en su Twitter respecto a la renuncia del cardenal y pidió que éste no se vaya del país sin antes responder a la justicia. Además le entrego los mejores deseos al monseñor Aós y que «cualquier cosa es mejor que Ezzati y su banda».
Tras la renuncia de Ezzati, el puesto de Arzobispo de Santiago queda vacante, por lo que la Iglesia determinó temporalmente como Administrador Apostólico al Monseñor Celestino Aós Braco. Este obispo capuchino español, estaba a cargo de la diócesis de Copiapó y fue uno de los encargados de estudiar el milagro que canonizó al sacerdote Alberto Hurtado.