Durante la tarde del pasado lunes, la Iglesia Metodista Pentecostal confirmó que el obispo Eduardo Durán fue destituido de su cargo. La decisión fue tomada en medio de numerosos cuestionamientos a la autoridad religiosa por su abultada cuenta bancaria, además de la investigación por presunto lavado de activos que se realiza en su contra.
A través de un comunicado, la institución señaló que «es un deber ratificar la decisión de destitución del pastor Durán Castro de nuestra Corporación Iglesia Metodista Pentecostal de Chile (…) y, así también, velar por el uso responsable de los inmuebles».
La Junta Oficial de Diáconos de la Catedral Evangélica de Chile acusa al pastor de utilizar los diezmos para «mantener una vida de lujos», además de reprocharle el desprestigio para la comunidad religiosa y su esposa. En este escenario, desde la Catedral Evangélica anunciaron cambios que buscarán transparentar los gastos de la Iglesia a través de nombramientos formales y la creación de un departamento de finanzas.
Durante la mañana de este martes, una quincena de pastores se reunirán de forma extraordinaria en Chillán para definir el futuro del obispo destituido. Por su parte, a través de Facebook, Durán descartó la decisión, asegurando que «no he sido removido de mi cargo como representante protocolar de las Iglesias Evangélicas ante el Gobierno» y explica que su tiempo en ejercicio ha concluido.
Actualmente, el pastor es investigado por presunto lavado de activos. En la causa, Durán declaró que recibe una suma de 30 millones mensuales por diezmos, dinero del que dispone libremente para sus gastos. Sin embargo, fue la decisión de separarse legalmente de su esposa para contraer un nuevo matrimonio lo que gatilló las críticas al interior de la institución.
En 2012, la comunidad intentó expulsar al religioso por «reprochable comportamiento», aunque la causa llegó hasta la Corte de Apelaciones de Valparaíso y la justicia falló a su favor.