Un potentísimo relato reveló la noche de este lunes el programa Ahora Noticias. Marcela Aranda entregó los detalles de los abusos de los que fue víctima desde los 19 años y que se extendieron por ocho años.
Uno de los puntos más fuertes de su testimonio, trata sobre violaciones grupales, en las que el sacerdote jesuita solo observaba: “Me llevaba donde otros hombres para que me violaran y me pegaran por turnos mientras él miraba”, expresó Aranda. La teóloga detalló además que esos hombres se cubrían los rostros, pero se mostraban muy amigables con Poblete.
“Fueron ocho años de martirios y sufrimiento. Me fue despedazando palmo a palmo hasta que no quedara nada de mi”, detalló la también Ingeniera mecánica.
Aranda conoció a Poblete cuando tenía ella tenía 19 años y él 69. “En un comienzo todo fue normal. Pero después de pocas semanas, él comenzó a abusarme sexualemente con mucha violencia”, dijo Aranda.
“Él me dijo de ahora en adelante voy a ser tu padre, yo te voy a cuidar, yo le entregue toda mi vida”, continua el relato.
Durante los ocho años en los cuales Aranda denuncia haber sido víctima de abusos reiterados por Poblete, dice haber sido obligada por el mismo a cometer tres abortos.
“Lo que más me hace sufrir, lo que nunca voy a poder sacar de mi corazón, es que el me obligo a abortar, no solo una vez, tres veces”, afirmó.
En cuanto al porqué de su denuncia ahora, Aranda explicó que había dos razones. Primero el ayudar a otras víctimas, y segundo el proceso interno que debió superar para lograr verbalizar el horror del abuso.
“Tendemos a olvidar como mecanismo de defensa para vivir con los abusos. Y eso me pasó, en los últimos veinticinco años como que lo olvidé, no recordaba absolutamente nada”.
“Quiero contar mi historia porque me siento responsable por las víctimas, pudiendo yo contar algo de mi historia puedo ayudar a esas personas a salir de su dolor”.
“Cuando vi las noticias sobre estos temas comencé a sentirme muy mal. Muy de a poco, con mucho dolor y mucho horror fui pudiendo poner en palabras los horrorosos abusos de los cuales fui objeto”, explicó Aranda.
“Simplemente fue violencia, no fue una relación esto, fue violación, golpe, insulto, eso es lo que él hacia conmigo, y después me amenazaba que no le dijera a nadie porque nadie me iba a creer”, dijo la teóloga en su denuncia.
“Y me decía que él era tan poderoso que podía hasta hacer que me echaran de la universidad”, agregó.
“Uno va perdiendo humanidad, a una víctima la van destruyendo de a poco en su voluntad. Eso es importante que la gente capte, que no te destruye ciertas cosas, te destruye totalmente”, explicó Aranda.
Con respecto a la denuncia misma, Aranda contó que “hacia el final de los abusos, contacté al jesuita Juan Ochagavía, y le conté, y le presenté un escrito también, pero no hubo respuesta. Hable más de una vez con él. Nunca me preguntó nada, nunca me dijo nada, yo no sé qué hizo con esa información”.
Por su parte, la Compañía de Jesús ya lleva a cabo una investigación canónica contra Poblete, y confirmó la existencia de más víctimas denunciantes.
Marcela Aranda afirmó finalmente que sigue siendo católica, y que anhela que la Iglesia pida perdón, de verdad. “No solo de palabra, sino que en hechos concretos, con reparaciones verdades, que reconozcan que fueron negligentes, que encubrieron abusos, que privilegiaron la institución por sobre las víctimas.”, dijo la teóloga.
“Anhelo un cambio estructural profundo”, concluyó Aranda.