“Hay que regular los medios de prensa”, fue la frase de la ministra Dobra Lusic en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado donde se analiza su nombre para integrar la Corte Suprema, luego de que el presidente la eligiera de una quina de nombrss para integrar el máximo tribunal.
Y aunque luego se retractó y aclaró que “cuando hablo de regular a la prensa, hablo de la propia regulación que la prensa tiene que hacer en cuanto al control ético que tiene que tener”, Francisco Martorell publicó este miércoles un par de anécdotas, en las que la ministra en cuestión falló en su contra, y en contra de la libertad de prensa, según su entendimiento.
En dos ocasiones Martorell se encontró con Lusic. “La primera fue entre 1992 y 1996 cuando sustanció una causa en contra mía y del periodista Felipe Pozo, en la que se nos condenó a ambos por delitos contemplados en la nefasta Ley de abusos de publicidad de la dictadura”, dice el relato del periodista.
Como el mismo Martorell lo dice, solo él y Felipe Pozo, comparten el triste privilegio de ser los únicos periodistas en Chile en recibir ese castigo y en democracia.
Tiempo después de este incidente, cuando Martorell era director de una revista, nuevamente se encontró con Lusic, esta vez por los dichos de un entrevistado de la revista respecto a un empresario, los cuales fueron ratificados por el declarante.
“(Lusic) Me dictó la prisión preventiva en 2004. Nueve años estuve sometido a proceso, en libertad bajo fianza, con prohibición de salir del país, afectándome seriamente en lo profesional, hasta que la Corte Suprema -al revisar mi condena de primera y segunda instancia- me sobreseyó definitivamente”, expresa Martorell en su relato.
“¿Cómo podía ser el director de un medio responsable de expresiones injuriosas de un entrevistado?”, se pregunta el ex vicepresidente del Colegio de Periodistas.
«Tal vez Dobra Lusic (…) pensó que había que regularme«, concluye el también escritor.