Este jueves un artefacto explosivo se detonó en una comisaría de Carabineros en Huechuraba, dejando a ocho oficiales heridos según las cifras del gobierno. Aunque primero eran cinco afectados, con el pasar de las horas la información fue cambiando.
Esta bomba fue enviada a través de Correos Chile a los funcionarios de la comisaría de la comuna, cosa que se puede corroborar en el video de la cámara de seguridad, donde se observa a una mensajera de la empresa ingresando con el paquete que contenía el artefacto.
Instantes luego del atentado, el Presidente Sebastián Piñera salió a entregar mensajes sobre el respeto a la institución de Carabineros, además de emplazar al Congreso a aprobar con celeridad la Ley antiterrorista. Luego, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, también hablaría de la poca seguridad y la urgencia de aprobar la ley que propone el gobierno.
Aparte de esto, un segundo paquete fue enviado a Rodrigo Hinzpeter, quien por supuestas distracciones, según informa el mismo político, no abrió el paquete que permaneció toda la mañana y parte de la tarde en su despacho.
Debido a toda esta cronología – que se produce justo cuando el gobierno era fuertemente criticado por el derrame de petróleo en Osorno -, se ha instaurado en la ciudadanía la sensación de un aprovechamiento político de la situación, junto con la sospecha de que todo lo ocurrido corresponde a una maniobra política – una mentira o «tongo» – para acelerar un proceso a favor de la Ley antiterrorista en el parlamento. Esto se ha reflejado en internet, donde usuarios y usuarias de las redes sociales no se compran la versión del gobierno, y muestran fotos de la oficina donde habría ocurrido la explosión, con ventanas y cuadros intactos.
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