Un ciudadano venezolano de nombre Manuel Sánchez, denunció en 24 Horas que mientras trabajaba como repartidor en un local de sushi ubicado en Cerro Navia, sus jefes lo acusaron de cometer un robo, pero en vez de denunciar el delito, tomaron la justicia en sus propias manos.
Específicamente, Rodrigo González -uno de sus exjefes- le propinó golpes de puños y pies dejando a Sánchez ensangrentado y con sus lentes rotos, como se ve en el video que el medio publicó.
“Mi posición fue solamente arrodillarme y cubrirme el brazo y la cara (…) Yo le decía que no había sido yo, no soy yo, no soy yo y en realidad no fui yo”, señaló Sánchez.
Pero luego, se comprobó que él no había cometido el robo cuando otra persona confesó el mismo. Increíblemente, aún así Paula Ibaceta -su exjefa-, lo amenazó, según denunció Sánchez. “Yo tengo el poder y el dinero para mandarlos a matar y a apuñalar a los dos”, le habría dicho en referencia a él y a su pareja.
El afectado por su parte ya presentó la denuncia correspondiente, y su abogado, Fernando Ale, explicó que sus exjefes ya “fueron detenidos por el delito de lesiones menos graves y asimismo por amenazas condicionales”.
“Impotencia, rabia, rencor resentimiento, ganas de llorar y salir corriendo”, fueron los sentimientos que Sánchez dijo sentir luego de la golpiza.
El hecho llegó incluso a oídos del ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, quien afirmó que “me parece aberrante e indignante que alguien se sienta con el derecho a agredir a un trabajador con esa violencia como muestran las imágenes, nada justifica esa agresión”.
“Si es necesario, nos vamos a hacer parte (del proceso legal)», agregó Monckeberg.