Durante la madrugada de este jueves, una extraña caja llegó hasta la casa de la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar: en el interior había un panfleto, un encendedor y una bala. Los elementos fueron, a juicio de Rubilar, una señal de amenaza.
Quien recibió la encomienda, según señaló la autoridad regional durante la tarde del mismo día, fue una persona que trabaja en su casa, dentro de un condominio en la comuna de Lampa. Como prioridad, lo primero que descartaron fue que se tratara algún artefacto explosivo. Una vez descartada esa opción, los elementos fueron mostrados y entregados a Carabineros, quienes ya están investigando sobre los autores del paquete.
La intendenta Rubilar, en un punto de prensa, señaló que su preocupación estaba en el lugar donde se recepcionó el mensaje: «Este aparato no fue enviado a mi lugar de trabajo, sino que enviado a mi casa, donde viven mis hijos«. Sobre estos últimos, precisó que no se encontraban en el hogar, sino con su papá.
Respecto al mensaje mismo que se pudiera sacar de la acción, la autoridad precisó: «No me amedrentan. Si trataron de generar algún miedo o alguna angustia, no lo van a lograr. Me dan más fuerzas y ganas de seguir trabajando por la Región Metropolitana«.
Rubilar también precisó que, dada la exposición y el rol de su cargo, en los últimos meses ha recibido amenazas por redes sociales y mensajes de textos, pero las atribuyó a algo propio de su labor política.
El condominio en el que vive, detalló la intendenta, tiene cámaras de seguridad, las que ya están siendo revisadas por los investigadores. Además, agregó que los hechos no justifican una «seguridad policial extraordinaria».
Fuente: www.t13.cl