Fue el año 2013 cuando el entonces ministro de Educación, Harald Beyer, fue destituido luego de que el Congreso aprobara un acusación constitucional en su contra por «abandono de deberes». El hoy rector de la Universidad Adolfo Ibáñez dejó en claro lo que piensa de este tipo de medidas, estableciendo que las acusaciones de esta índole deben «ser para violaciones evidentes de la ley, no para casos como el mío, el de Yasna Provoste o ahora la ministra Cubillos».
Así lo señaló en una entrevista con El Mercurio, en la que defendió a la actual titular de la cartera de educación, afirmando que la acusación constitucional en su contra es «extremadamente débil».
«Esta acusación no se entiende mucho, es un bodrio. Los argumentos son extraordinariamente débiles, incluso uno piensa en que hay otros factores detrás», dijo Beyer al medio. «La ministra Cubillos ha tenido un apoyo alto para esta cartera, habla de una figura política interesante que puede ser conveniente frenar», sostuvo quien tuvo que salir de la esfera política por la mala gestión que tuvo a cargo de Educación durante el primer gobierno de Piñera.
«Puede que un ministro desborde la ley y tiene que existir este resorte, pero debe usarse con mucha prudencia como recurso de última instancia, no para hacer política o crítica política», estableció quien especula que hay finalidades políticas detrás de las medidas tomadas contra Marcela Cubillos, cuya acusación aún se encuentra siendo analizada por la Cámara Baja.
A finales de agosto, Beyer también se había referido a su caso y a su opinión sobre las acusaciones constitucionales en una entrevista que dio a El Líbero. «Muchos me dijeron que no era nada personal, que era un acto político, yo entiendo esas cosas, pero creo que la democracia requiere un juego que tenga algo de cooperación. Estas acusaciones constitucionales creo que no ayudan a cooperar. Yo pagué un poco el costo de la acusación que había sufrido la actual senadora Yasna Provoste, pero ese capítulo debe cerrarse», sostuvo en esa oportunidad.