Este jueves, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de seguro catastrófico de salud, que propuso el gobierno como parte de su agenda para revertir la situación actual de crisis.
El proyecto corresponde a un seguro complementario de salud, para que en los casos de grandes gastos médicos, como cirugías, los gastos totales para el paciente no superen los 1.440.000 pesos de copago, según lo propuesto por el Ejecutivo.
En ese contexto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, cuestionó una indicación ingresada por parlamentarios de la oposición que busca que las personas de los tramos de Fonasa A y B -los de más escasos recursos- no deban pagar nada en términos de copago.
Algo que para el ministro de Salud no sería apropiado, lo cual expresó afirmando que «el Ejecutivo no ve con buenos ojos, no cree que es admisible esto, independiente de que probablemente está ocurriendo esta misma conversación en muchas salas de esta honorable Cámara hoy día».
«Creo que no es apropiado porque pase una marcha en la calle decir cambiemos completamente esta ley y, en ese contexto, insisto, la respuesta es que para nosotros no es posible cambiar este texto», agregó Mañalich.
La desafortunada frase del ministro ha sido duramente criticada principalmente desde la oposición, aunque también desde algunos sectores del oficialismo.
El diputado de RD Miguel Crispi, criticó por un lado la insuficiencia de las reformas propuestas por el gobierno, y por el otro las declaraciones del ministro: «como solución a esta crisis, el Presidente Piñera le propuso al país que le pondría suma urgencia a este proyecto. Lo hizo con el objetivo de descomprimir la situación, diciéndole a los chilenos que representaba un avance en salud, pero lo cierto es que no hicieron ningún cambio profundo a lo que habían propuesto antes de las manifestaciones. Y para colmo, el ministro Mañalich nos dice que ‘no es apropiado, porque pase una marcha en la calle, cambiar el proyecto».
Desde su mismo partido, el diputado Giorgio Jackson respondió a una publicación del ex fiscal Carlos Gajardo, en la que el ex persecutor opinó que «aburre tanta indolencia» (en referencia a las declaraciones de Mañalich).
«Tal cual. Aburre e indigna que hacia afuera digan 10 veces por minuto la palabra diálogo, pero que no estén disponibles a modificar sus proyectos«, agregó Jackson a lo dicho por Gajardo.
Finalmente, desde el propio oficialismo, uno que ya esta acostumbrado a ser bastante crítico con sus correligionarios, el senador Manuel José Ossandón, afirmó que esta es «una de las tres movilizaciones sociales más grandes en la historia de Chile, cargada de rabia e injusticia histórica, y un ministro clave dice que “es sólo una marcha”. En qué país vive, abra los ojos y salga a la calle. No más, por favor. Respeto por lo que más sufren».