Desde que comenzó la revuelta popular en Chile, uno de los proyectos que se ha convertido en una alternativa informativa ha sido PiensaPrensa, un grupo de comunicadores independientes que cubren manifestaciones y difunden denuncias de represión policial y violencia política.
Luego del 18 de octubre, sus cuentas en redes sociales han sido bajadas varias veces. Es más, su caso aparece consignado en el Informe de libertad de expresión durante el estallido social de la Fundación Datos Protegidos.
Pese a que el equipo de PiensaPrensa ya había pasado por esto, durante los últimos días sus páginas han sido desactivadas varias veces, quedándose sin la posibilidad de visibilizar casos y situaciones de abuso.
Mikal, director de Piensa Prensa, señaló a El Desconcierto que desde hace algunas semanas reciben constantes ataques y sus perfiles son dados de baja. «Creemos que son grupos de ultraderecha quienes nos atacan, porque dicen que estamos incitando el odio. Ellos se agrupan en estas cuentas fascistas y han amenazado públicamente que nos bajarán las cuentas», señala.
Según el comunicador, incluso perdieron un perfil de Twitter que tenía más de 200 mil seguidores, que les permitía llegar a un gran público. «Esto nos tiene muy enrabiados, con mucha pena», indica.
Espinoza denuncia que Twitter no les ha dado ninguna explicación al respecto, aún cuando en las últimas horas les han cerrado dos cuentas en la red social. Su perfil de Instagram, donde tenían cerca de 600 mil seguidores, también fue desactivado.
«Como equipo, este trabajo lo hacemos de corazón, por compromiso, por convicción. Lo hemos dado todo. Hemos dejado los pies en la calle para informar la verdad, y hemos visto que la derecha está muy organizada, tratando de callar a la prensa que está denunciando las violaciones a los Derechos Humanos», añade el director de PiensaPrensa.
El comunicador incluso esboza la posibilidad de que el gobierno haya intercedido en la censura a sus cuentas en redes sociales.