Un 13 de febrero de 1812, Camilo Henríquez fundó la Aurora de Chile.
Fue un día glorioso para la causa independentista de nuestro país, se trataba de impulsar el ideal patriótico y libertario contra la corona española.
Hoy, la Aurora de Chile, en su Bicentésimo Octavo Aniversario, está más vigente que nunca para defender la libertad de expresión y para encauzar las tareas que nos conduzcan a una democracia plena.
En regiones han atentado contra el padre de la prensa nacional, sin embargo, aquí rescatamos su figura y valentía en los tiempos de construcción de nuestra identidad nacional.
A casi cuatro meses de la rebelión ciudadana del 18 de octubre y, que se sigue prolongando, los chilenos y chilenas dejamos al desnudo un sistema que abusa con la salud, la educación, las pensiones y la cultura.
También quedó en evidencia, que los grandes medios de comunicación mienten, realizan montajes y modelan las conciencias para mantener los privilegios de una élite dominante.
A esto se suma la precariedad laboral, con su secuela de despidos, abusos en las jornadas, polifuncionalidad y malos tratos tanto en la prensa escrita, como en las radioemisoras, televisión y los portales digitales.
Ello, exige a los periodistas y a los trabajadores de las comunicaciones, en general, unidad de acción, trabajo colectivo y participación.
Pero por, sobre todo, demanda trabajar intensamente por el proceso constituyente que dé a luz una Nueva Constitución para Chile, que consagre el derecho a la comunicación.
Nuestro Congreso en Antofagasta, realizado hace un par de semanas, fue categórico, nos unimos en una sola voz de Arica a Punta Arenas: Nuestra exigencia es que la Nueva Constitución debe garantizar la existencia de medios de comunicación social, libres, independientes y plurales, prohibiendo la concentración en la propiedad, financiamiento o control de los medios de comunicación social. Así se reconocerá el derecho de la ciudadanía a una información pluralista y veraz.
El Colegio de Periodistas de Chile, desde su fundación a la fecha, tiene una actitud enérgica frente al rol social que debe cumplir el periodismo frente a la ética y la defensa de los derechos humanos, que son los ejes fundamentales de nuestro quehacer.
Todo nos indica que este año será muy duro, porque la autoridad no escucha las demandas y ni la crisis denunciada en ninguno de los sectores de la sociedad, y el nuestro es uno de ellos.
Junto con rendir un legítimo homenaje a Camilo Henríquez y a la fundación de la Aurora de Chile, realizamos un llamado a que la sociedad -en su conjunto- demande el derecho a la comunicación y exigimos al Gobierno respeto a los derechos humanos de los chilenos y chilenas y, muy en particular de quienes, están en la noble tarea de informar a la ciudadanía.
Muchas gracias.
Oriana Zorrilla, Presidenta Consejo Regional Metropolitano Colegio de Periodistas de Chile.