La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó un recurso de protección en contra del Departamento de Extranjería y Migración interpuesto por John O’Reilly, el cura irlandés condenado por abusos sexuales reiterados a una menor de edad. La acción legal buscaba dejar sin efecto su expulsión del país, y así poder volver a Chile.
El suspendido sacerdote fue condenado en 2014 a cuatro años de libertad vigilada por abusar de una alumna del colegio Cumbres, tras lo cual fue obligado por la Justicia a abandonar el territorio nacional. También, le fue quitada la nacionalidad por gracia que el Congreso le había entregado en 2008.
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Aun así, su defensa aseguró que «hizo abandono voluntario del país, sin que haya sido necesario dictar el decreto de expulsión», por lo que «no existen causales para denegar su ingreso en calidad de turista», a lo que agregó que la visita tenía «el único propósito de visitar temporalmente a amigos y cercanos«.
El tribunal de alzada resolvió que, si bien nadie puede ser privado del derecho a ingresar al territorio nacional, si puede ser «restringido en virtud de la ley, como medida indispensable (…) para la protección de la moral o de los derechos y libertades de los demás».
En esa misma línea, la Corte aseguró que la decisión busca «adoptar medidas de resguardo de niños y adolescentes«, invocando el principio internacional de protección a menores conocido como «el interés superior del niño«.