Nuevos antecedentes en el caso del interno del Centro Penitenciario de Puente Alto contagiado con coronavirus se conocieron durante este lunes.
Esto porque según un documento publicado por Radio Bío Bío, tanto el alcaide del recinto penitenciario, José Provoste, como la gendarmería del mismo, tuvieron conocimiento de que ese y otros internos podían tener COVID-19 días antes de que se les realizara el examen.
La trama se remonta al 19 de marzo pasado, cuando el abogado del interno positivo por coronavirus solicitó que su representado fuera evaluado por un recinto médico, ya que tenía antecedentes de asma y había varios internos con diversos cuadros respiratorios y gripales.
Ante esta solicitud, el tribunal solicitó a su vez a Gendarmería que el imputado “reciba atención médica inmediata, o sea derivado a Hospital Penal, para que se le realicen los exámenes pertinentes para confirmar o descartar el contagio de la pandemia coronavirus”, según se establece en el documento.
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Dicha petición, fue elevada luego al alcaide de la cárcel, José Provoste, quien defendió que dicho individuo junto con otros dos reos no tenían síntomas de COVID-19 tras ser revisados al interior del penal, por lo que recomendó descartar una salida de las tres personas hacia centros asistenciales, según informó el mismo medio.
Una negativa que días más tarde comprobaría ser un error potencialmente fatal, y que fue rectificada luego de un informe del juez Felipe Prenafeta, emitido el viernes 27 de marzo.
En dicho informe, se consigna que los tres internos fueron pasados a aislamiento a la enfermería del penal luego de ser llevados al Hospital Sótero del Río, donde se les realizó el examen de coronavirus.
Finalmente, el fin de semana llegó la confirmación de que el hombre de 28 años tenía coronavirus, generándose una serie de incidentes al interior del penal, incluyendo dos incendios.
En tanto, cabe mencionar que Gendarmería emitió un comunicado asegurando que actuaron en la línea de todos los protocolos recomendados por las autoridades sanitarias.