Luego de casi seis meses del inicio del estallido social, la municipalidad de Providencia decidió arreglar los faroles de Plaza de La Dignidad, epicentro de las manifestaciones, protestas y enfrentamientos con Carabineros.
Desde el 18 de octubre, día que quedó marcado como el comienzo del despertar del pueblo, el sector de Vicuña Mackenna con la Alameda, donde se instala la línea divisoria entre Santiago y Providencia, la gente se juntó cada día, en especial los viernes.
Fueron varias las ocasiones en que el número de concurrentes superó largamente las 100.000 personas, y en dos ocasiones se superó el medio millón de manifestantes, convirtiendo esta zona en la ‘zona cero’ del estallido.
La alta afluencia de gente provocó, también, la destrucción de los jardines y también las iluminarias, las cuales no fueron reparadas desde que se rompieron, dejando en total penumbra ese sector durante la noche.
Pero como la pandemia del COVID-19 frenó en seco las protestas, la municipalidad de Providencia aprovechó la soledad de la noche para reparar los focos y volver a iluminar la Plaza de La Dignidad, en pleno toque de queda.
Las imágenes fueron ampliamente comentadas en redes sociales: