Con todo lo que la pandemia ha impulsado durante las últimas semanas (aumento del seguro de cesantía, Ley de Protección al Ampleo y más), e 1 de mayo, Día del trabajador, parece una instancia más de manifestación que de celebración. O así al menos lo dio a entender la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, de cara a una nueva conmemoración.
«Vamos a ver situaciones muy dramáticas en el mundo de trabajo y eso lo vinculo con el 1 de mayo, nosotros no tenemos nada que celebrar, estamos en una situación muy crítica», indicó la líder gremial en conversación con Radio Universo. Y agregó: «No es una situación que sólo golpea a nuestro país, lo estamos viendo en otros países. Hemos mantenido diálogo con otras centrales, viendo cómo paliar no sólo una crisis sanitaria, sino que una crisis humanitaria en materia de empleo y de ingreso».
La dirigente también tuvo palabras para la realidad configurada sobre la Ley de Protección al Empleo a la que se acogieron incluso grandes empresas, pese a que su espíritu estaba puesto en las Pequeñas y Medianas Empresas:
«Veíamos que uno de los riesgos es que esta norma, más que apelar a un mundo que entendemos que está complicado como las Pymes, finalmente abriera las puertas para que grandes empresas usaran esta herramienta para abaratar costos. Lo que se está demostrando es que un 30% de las grandes empresas está ocupando este instrumento y sería relevante transparentar por qué hay empresas que, teniendo liquidez y baterías de apoyo del gobierno, han optado por este camino para una primera etapa de la crisis».
Figueroa criticó que la misma ley esté siendo utilizada «para resguardar sus ingresos (de las grandes empresas) o paliar la crisis económica a costa de los trabajadores y trabajadoras».
«No puede ser que el Ejecutivo lo único que haga son conferencias de prensa con la CPC y dar la imagen de que el mundo empresarial lo está haciendo perfecto en la crisis sanitaria», agregó también la líder.
Sobre la apertura del comercio y la «nueva normalidad», Figueroa precisó que, como señal, «es muy peligroso porque resta credibilidad a las acciones del Ejecutivo».
Sobre la posibilidad de no conmemorar el día del trabajador, señaló que es «un desafío cómo conmemorar este 1 de mayo, pero no podemos dejar de hacerlo porque lo que viene tras la crisis sanitaria, es una crisis de hambre, humanitaria».
«Hay mucha impotencia y rabia en los trabajadores, porque una vez más sentimos que tenemos que pagar los costos de una crisis que no es nuestra responsabilidad», finalizó.