A los conflictos entre la UDI y el resto de Chile Vamos que se pudieron apreciar en el contexto del estallido social, con Jaqueline Van Rysselberghe (UDI) pasando al lado de Mario Desbordes (RN) en La Moneda sin saludarlo, se han ido sumando una serie de pequeños desencuentros, que poco a poco han ido estructurando el quiebre el interior de la coalición de gobierno.
Aún así, lo de este martes fue excepcional. Una serie de ataques comunicacionales se publicaron desde el gremialismo hacia La Moneda, apuntando los dardos particularmente al ministro del Interior, Gonzalo Blumel. Un ataque que además, llega justo cuando el gobierno anunció que vetará el proyecto de ley que prohíbe el corte de servicios básicos durante la pandemia, lo cual ha sido interpretado como un mecanismo para «alivianar la presión» con los gremialistas, pero que no dio los resultados esperados.
Uno de estos embistes fue la carta emitida por la Comisión Política de la colectividad en la cual criticaban la conducción del Ejecutivo, aludiendo directamente a Blumel.
En su misiva, originada como una forma de sustentar las declaraciones de la presidenta de su partido en la misma línea, los gremialistas sostuvieron que el gobierno ha tenido una “evidente falta de conducción política que se arrastra hace tiempo y que exhibe el Ministro del Interior, autoridad a cargo de desempeñar esa función en el gobierno, cuestión que queda de manifiesto en el actuar errático y la incapacidad que ha tenido para manejar adecuadamente diversas materias”.
En ese sentido, agregaron que “esta y otras situaciones solo han provocado desorden y confusión al interior de la coalición de gobierno, de la que somos parte, debido a la falta de liderazgo de quien está llamado a ejercer la conducción política del Ejecutivo y la relación de este con los partidos oficialistas y con el resto de las fuerzas políticas del país. Situación que ha llevado a la UDI a asumir altos costos políticos, al apoyar con genuina lealtad al Ejecutivo, en circunstancias que en reiteradas ocasiones nos hemos visto perjudicados por las determinaciones que se adoptan”.
Un ejemplo de estas situaciones en las que los UDI se han visto «perjudicados por las determinaciones que se adoptan«, fue precisamente el nombramiento de Blumel (Evópoli) , quien asumió de sorpresa el cargo en octubre pasado, cuando el cupo estaba reservado para el gremialista Felipe Ward.
En la oportunidad, Ward terminó siendo descartado por declaraciones pasadas en donde dijo que los derechos humanos eran “una especie de cajero automático que usa la izquierda para sacar plata”.
Siguiendo con la ofensiva comunicacional, este martes también se dio a conocer una misiva de siete diputados de la UDI, en la que criticaron el plan de ayuda a la clase media presentado por Sebastián Piñera, incluso abriéndose a legislar sobre el retiro del 10% de los fondos de las AFP, que se discutirá este miércoles.
Además de estas dos demostraciones públicas de crítica a las políticas gubernamentales, también se contabiliza la entrevista que originó el comunicado que luego emitió la Comisión Política de la UDI, en la que la presidenta de la tienda, Jacqueline van Rysselberghe, en conversación con La Tercera, afirmó que “la propuesta del gobierno en clase media es insuficiente y creo que, a diferencia de otras oportunidades, esta vez diremos que es insuficiente”.
Ante esto, durante este martes el gobierno convocó a una reunión de los ministros políticos con los jefes de bancada de Chile Vamos, para tratar de alinear a las fuerzas oficialistas.
Sin embargo, dicha reunión no parece haberse traducido en avances positivos, porque este miércoles la ofensiva gremialista continuó, y en el mismo medio, la lideresa UDI sostuvo «las decisiones, la forma en como se llevan las negociaciones, a nosotros nos dejan siempre con un sabor amargo», respecto de la administración de Blumel.
Con todo, la estrategia adoptada por la UDI parece ser la alejarse del gobierno, sin retirarse de él, generando una especie de oposición interna que permita marcar la diferencia entre la UDI y el Ejecutivo.