«Nunca entendieron a la clase media. No tengo una mala opinión del Presidente Piñera, creo que ha hecho su mejor esfuerzo. El Presidente está viviendo una etapa muy dura de su vida, pero (…) él tomó la decisión de hacer un gobierno nuevamente de elite. De verdad, creo que es gente buena y bien intencionada, pero no tienen idea cómo funciona el Chile real», es el diagnóstico del alcalde de La Florida.
Este lunes T13.cl publicó una entrevista al alcalde Rodolfo Carter, quien analizó la contingencia nacional y la forma de operar desde La Moneda, en medio de un año muy complejo. Adicionalmente, acusó que no se cumplieron las promesas de campaña del oficialismo, especialmente las circunscritas a la clase media.
«Nunca entendieron a la clase media. No tengo una mala opinión del Presidente Piñera, creo que ha hecho su mejor esfuerzo. El Presidente está viviendo una etapa muy dura de su vida, pero (…) él tomó la decisión de hacer un gobierno nuevamente de elite. De verdad, creo que es gente buena y bien intencionada, pero no tienen idea cómo funciona el Chile real», es su lapidario diagnóstico.
En este sentido, hizo una excepción. «Solamente el tema de los bonos durante el Covid, que finalmente terminamos con el 10%, demuestra la ceguera de esa élite que cree que se gobierna el país con una planilla de excel», dijo luego.
Posteriormente, el jefe comunal fue categórico en desarrollar la idea de las promesas incumplidas. «Es un gobierno que dijo que iba a hacer cosas, no las hizo. Le cuesta entenderlo, pero es el gobierno de todos los chilenos y dada la crisis que estamos viviendo -más allá de lo decepcionado que esté del gobierno- mi obligación es ayudarlo. No le voy a dar más palos a un gobierno que ya tiene suficientes problemas, pero sí me hago cargo de que las promesas que se hicieron en la campaña presidencial no se cumplieron», planteó.
Para la autoridad de La Florida, la prioridad es clara. «Lo importante ahora es que no podemos vivir de nuevo en un gobierno que en un estallido social esté a pocos minutos de caer. El Presidente Piñera estuvo a pocos minutos de terminar de la peor forma, como De la Rúa en 2001. Esa lección la tenemos que aprender», postuló.
Haciendo una proyección, Carter apuntó al futuro y a sus expectativas del Ejecutivo. «Se necesita un gobierno fuerte, respetado y respetable. Fuerte en convicciones, en sueños, con mensajes claros, (no) que nos diga que va a proteger a la clase media, pero a la mitad del camino la abandona. Respetado por la coherencia de su mensaje, que lo que dice es lo que se hace. Respetable porque su conducta es irreprochable», transparentó.
Consultado por su participación en la segunda campaña presidencial de Piñera, Carter aclaró por qué, a su juicio, no fue posteriormente considerado. «Me invitaron como el negrito de Harvard a la campaña porque era útil, pero después era incómodo. No cuadraba en la foto oficial del curso del Verbo Divino», transparentó.
Cuando le preguntaron si le dolió que no lo nombraran ministro, el jefe comunal admitió su pesar. «Me dolió. Pero más que no me nombraran, porque efectivamente el Presidente tiene todo el derecho de elegir a su equipo como mejor le parezca. Son equilibrios, personalidades. Yo no soy del gusto del Presidente porque soy un poco impredecible, probablemente, a la lógica de La Moneda, pero el punto es que nadie me llamó, nadie me dijo ‘oye, no se dio’. Simplemente me trataron como un vendedor de celular. En su minuto vendí harto celular, porque en época de campaña era conveniente tenerme en la foto, y después se olvidaron», dijo Carter.
No obstante lo anterior, haciendo política ficción, Carter proyectó un poco auspicioso futuro de haber sido llamado a integrar el gabinete presidencial. «Si me hubiese nombrado ministro, quizás hoy estaría cesante y con una carrera política fracasada. Porque este es un gobierno que no le ha ido bien en generación de liderazgos. El que no me hayan llevado a La Moneda, fue lo mejor que me pudo pasar», admitió.
En relación al Plebiscito y específicamente respecto de la campaña televisiva, el jefe comunal reconoció no haberla visto mucho, pese a lo cual entregó su opinión del comentado segmento.
«He visto poco la franja, y es bastante mala, muy fundada en el miedo. La gente está preocupada de la salud o el empleo, pero lo importante es que para el 25 de octubre concurra a votar la mayor cantidad de gente, por cualquiera de las dos opciones», comentó.
En relación a su rol, Carter dijo que su labor estará enfocada en promover la participación en el proceso eleccionario. «Como alcalde me la voy a jugar para dar garantías porque todos participen. Lo que no puede pasar es que vote poca gente y que el resultado, cualquiera este sea, no sea legítimo», dijo.
Sobre el regreso de Pablo Longueira a la política activa, Carter no se mostró tan de acuerdo con la postura que promueve en medio del proceso constituyente. «Tiene una mirada interesante, pero que no es compartida por toda la derecha, que es decir ‘mire, más vale ser parte del Apruebo y pelear la elección de constituyentes en abril para redactar una buena Constitución’. Es verdad que hoy vivimos con una pistola en la cabeza. Hoy si no eres del Apruebo, eres un fascista, un retardado», dijo.
Y a renglón seguido, apuntó a la oposición. «Ese ambiente crispado que ha generado la izquierda a la derecha más dura, le hace no ceder en las ganas de votar por el Rechazo. No sé cuánto Pablo logrará mover la aguja electoral en la derecha, pero le concedo que, en términos estratégicos, tiene razón. Lo importante no va a ser el Apruebo o el Rechazo, sino la elección de los constituyentes en abril», aseguró.
Respecto de su propia votación en la consulta ciudadana, Carter deja claro que ya decidió, aunque, asegura, no habla públicamente sobre su opción. «Voy a honrar lo que la Contraloría nos ha dicho a todos los alcaldes, que somos garantes y que no debemos participar en la campaña. Hay que tener cuidado con el talentoso señor (contralor Jorge) Bermúdez, porque quizás qué teoría inventa».
Pese a su intención de mantener su postura en reserva, admite que es posible que pocos días antes del 25 de octubre, la transparente. «Estoy convencido de que esta tiene que ser la primera elección donde los patrones de fundo, de la izquierda y de la derecha, se queden callados. Cada familia evaluará si esta Constitución del 80 es buena o mala, si le ha dado o no progreso a Chile», asegura.
Para Carter, uno de los focos de preocupación es que el proceso eleccionario se lleve a cabo de manera óptima. «Es fundamental que participe la mayor cantidad de gente, porque creo que un Plebiscito masivo y ojalá sin violencia (desactivaría) la posibilidad de un estallido social 2, que es lo peor que nos podría pasar a fin de año», plantea.
«Si es un proceso pacífico, donde la mayoría de la gente vota tranquila, la gente va a entender que se cumplió con una etapa y al día siguiente nos vamos a reconstruir, (somos) un país que está profundamente herido. La única manera de quitarle (la) odiosidad a este proceso es que sea lo más pacífico, transparente y masivo posible», concluye.
