El edificio del Servicio Electoral fue escenario de intensos momentos, justo el último día en que la oposición y el oficialismo pueden inscribir sus pactos de cara a las elecciones de convencionales constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales de abril próximo.
Esto, porque en sus puertas, personas como José Antonio Kast, María José Hoffmann y Javier Macaya, fueron funados y duramente increpados en el sector.
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En este contexto, Chile Vamos (UDI, RN, Evópoli y PRI), junto al Partido Republicano, inscribieron el pacto “Vamos por Chile”, en medio de algunas manifestaciones en la sede del Servel.
Con gritos con fuertes epítetos, como “nazis”, “fascistas” o “encubridores”, tanto Hoffmann como Macaya debieron desistir de su intento de un punto de prensa y correr hacia un automóvil que los aguardaba para salir del lugar.
En tanto, José Antonio Kast corrió similar suerte y debió interrumpir su diálogo con los periodistas ante los gritos que estaba recibiendo.
En redes sociales se graficó el tenso momento que debieron vivir las personalidades del oficialismo: