Las 20 personas sorprendidas en una nueva y repudiable fiesta clandestina en el acomodado balneario de Cachagua, quedaron en libertad y sin pasar por el control de detención, al que se han enfrentado la mayoría de los aprehendidos por este delito.
Así quedó al descubierto este martes, al confirmarse que sólo quedarán apercibidos bajo el artículo 26 del Código Procesal Penal.
Los detenidos no pasaron a control de detención, debido a que era la primera vez que infringían el artículo 18, que habla de poner en riesgo la salud pública, pese al enorme repudio que causó en la opinión pública y en autoridades de gobierno.
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«Las 20 personas fueron dejadas en libertad en horas de la madrugada, mientras que los menores de edad fueron entregados a su tutor legal«, explicó el capitán Carlos Araneda, oficial de ronda de la prefectura Aconcagua.
Cabe señalar que el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, declaró que “tenemos que avanzar en que estas personas que son detenidas y condenadas, tanto asistentes como organizadores, tengan que hacer un trabajo voluntario”.
“Ir a lugares, por ejemplo, donde hay que atender enfermos, que sientan más conciencia de lo que es la enfermedad, de los estragos que genera la enfermedad”, complementó.
Cachagua, otra vez en la polémica
La indignación creció al conocerse que esta nueva fiesta clandestina sucedió en Cachagua, mismo lugar que causó conmoción al conocerse el peligroso brote de COVID-19 tras los encuentros masivos en Año Nuevo.
Este caso ha causado tal revuelo, que se han conocido testimonios falsos de asistentes y familiares, donde sorprendió el hecho de una madre, que negó conocer a su propio hijo con el fin de evitar un sumario sanitario.
Luego de la realización de las reuniones, quedó como consecuencia un aumento de más de un 800% de los casos de COVID-19 en la comuna de Cachagua.