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Lapidario informe de Contraloría cuestiona seriamente la gestión de Arturo Zúñiga en el Minsal

Por: El Desconcierto | Publicado: 03.02.2021
Lapidario informe de Contraloría cuestiona seriamente la gestión de Arturo Zúñiga en el Minsal Arturo Zúñiga ha tenido una bullada salida del Minsal | Agencia Uno
El ente fiscalizador detectó nuevas irregularidades en el sistema de implementación de residencias sanitarias, entre las que destacan desde nóminas con pacientes inexistentes que nunca accedieron a una habitación de los hoteles contratados a través de millonarios acuerdos, hasta el cierre de un negocio con la pareja de Orlando Durán, uno de los responsables de la contratación de los recintos para operar bajo esta modalidad de asistencia a personas que necesitaban acceder a una cuarentena externa al lugar de su residencia. Todo bajo la ya cuestionada gestión de Zúñiga, actual candidato a constituyente por la UDI en el distrito 9.

El 28 de enero, y de acuerdo a un extenso artículo que publica este miércoles El Mostrador,  la Contraloría General de la República (CGR) entregó un oficio final con los primeros resultados de la auditoría efectuada a la implementación del sistema de residencias sanitarias, en el contexto de la pandemia del COVID- 19.

Las conclusiones del informe son contundentes y, de hecho, establecen que desde el ámbito de lo administrativo y en relación a los antecedentes reales de capacidad instalada, hubo una muy deficiente gestión de parte de la Subsecretaría de Redes Asistenciales que Arturo Zúñiga lideró entre julio de 2019 y noviembre último, cuando dejó el cargo.

En efecto, al interior de la CGR se investigó desde el 1 de enero hasta el 30 de junio del año pasado y en este oficio final se transparentan antecedentes alusivos a la contratación de cinco hoteles y, en uno de los casos, la información recabada ya fue remitida al Ministerio Público.

Huella

De acuerdo al reportaje citado, el ente fiscalizador menciona a un “ex asesor del subsecretario” como el encargado de implementar la estrategia de residencias sanitarias para enfrentar la pandemia.

Ese funcionario es Alexis Flores, quien en conversación con los fiscalizadores admitió “que le fue instruido verbalmente por el subsecretario de Redes Asistenciales coordinar la estrategia de residencias sanitarias y ponerla a disposición de los directores, de los diversos servicios de salud, no habiendo quedado dichas funciones consignadas en algún documento sancionado por el servicio. Además, señaló no disponer de mayor información sobre los argumentos que sustentaron la intervención de la DIVAP en la estrategia”.

Redes Asistenciales, una subsecretaría de la que Zúñiga no tuvo control

La División de Atención Primaria (DIVAP) desde marzo último fue responsabilidad de Orlando Durán, un médico obstetra militante de la UDI, que trabajó durante varios años vinculado a la doctora Adriana Tapia, antigua gremialista del sector de la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, quien ha sido gran promotora del futuro político de Zúñiga desde que dejó el Ejecutivo.

La afinidad existente entre Zúñiga y Durán le permitió a este último asumir el cargo de Adriana Tapia cuando ella fue designada en otra división del Minsal.

Sin embargo, desde que estuvo a cargo de la DIVAP, Durán que ya había estado en el Minsal en 2012 durante la primera administración de Sebastián Piñera, “se volvió loco, se le salió la cadena”, admiten en el partido.

Desde su nuevo puesto, asumió la responsabilidad de las contrataciones de residencias en un equipo que además integraba Alexis Flores, pero fue demasiado lejos y durante los primeros días de  junio último fue protagonista de un reportaje de Interferencia que reveló que contrató un hotel en cuya sociedad participaba su pareja, por un monto de $205 millones.

El informe de Contraloría logró establecer la trastienda del negocio apuntando a Redes Asistenciales, a cargo de Zúñiga, por la falta de control en el proceso general de las mencionadas residencias sanitarias, un ítem que ha sido seriamente cuestionado desde hace varios meses.

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“Tampoco se advirtió que dicha subsecretaría dispusiera de lineamientos que otorgaran una garantía razonable que la ejecución de la estrategia se desarrollase de manera eficiente y eficaz, de tal forma que se preservaran los recursos frente a pérdidas por errores, mala gestión o irregularidades; se respetaran las reglamentaciones o directivas de la subsecretaría; y se elaboraran  y mantuvieran datos  fiables y oportunos de las operaciones asociadas”, asegura el informe.

En cuanto al Hotel Clínico SpA, contratado desde el 27 de marzo al 30 de junio de 2020, la falta de control es significativa y según la auditoría, la DIVAP “no pudo acreditar ante este ente de control  la existencia de las 40 habitaciones con baño privado contratadas en el inmueble de Mosqueto 552 y su correspondiente destinación de uso como residencia sanitaria, o que las instalaciones garantizaran las condiciones de aislamiento que se requerían, toda vez que el referido edificio tenía uso residencial”.

Contraloría, de hecho, cuestionó la pertinencia de que la DIVAP estuviera a cargo de las residencias. Entre las responsabilidades de este departamento están la coordinación con los equipos la estrategia de «Testeo, Trazabilidad y Aislamiento», uno de las aristas más cuestionadas en el ámbito del control de la pandemia. La Subsecretaría de Redes Asistenciales señala que debido a “la emergencia fue necesario acrecentar la red con establecimientos no hospitalarios”, fue la respuesta que entregaron desde el Minsal, insuficiente para el órgano fiscalizador, por lo que Contraloría mantuvo la observación.

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El mencionado informe asegura que, hasta junio del año pasado, no existe certeza de los criterios o las definiciones para “el levantamiento de información y de un listado de hoteles” y tampoco “los instrumentos aplicados para verificar de manera uniforme y oportuna, la idoneidad técnica y sanitaria de los hoteles contratados, tales como inspecciones técnicas emanadas por la División de Atención Primaria”. En definitiva, no hay registro comprobado de nada, lo que ha motivado a Contraloría a  investigar caso a caso en regiones cómo se elaboró cada contrato.

La desesperación, aseguró un ex asesor de Minsal al medio citado, movilizó a Zúñiga, quien “todos los días daba una instrucción distinta”. A fines de mayo de 2020 incluso, ya en La Moneda existía la intención de quitarle a Redes Asistenciales del control de las residencias sanitarias. El titular del Minsal de la época, Jaime Mañalich había hablado al Presidente Piñera de una capacidad de 10 mil camas, pero en lo concreto, asegura el ex asesor de Zúñiga, “con esfuerzo teníamos 2 mil, por eso a partir de ahí entró Pedro, Juan y Diego”.

La misma fuente agrega que “Arturo (Zúñiga) controlaba todos los precios también”. El contrato con el hotel vinculado a Durán se autorizó el 11 de mayo, con efecto retroactivo hasta el 27 de marzo y por cada día de habitación se pagaron $44.900 sin IVA. El precio de los cinco hoteles fiscalizado por Contraloría oscilaba entre los 33 mil y los 60 mil por noche la habitación.

Según el sumario de CGR, al menos hasta junio nunca existió claridad respecto de la capacidad disponible en las residencias sanitarias. “De las entrevistas y documentación analizada se advirtió que existieron confusiones sobre si la disponibilidad era de camas o habitaciones por residencias sanitarias, así como también no siempre había cabal conocimiento de los cupos libres. Los antecedentes, referidos a la cantidad de camas por región, residencias y disponibilidad eran manejados de manera manual por la SRA o mediante planillas en formato Excel, lo que no otorgaba seguridad sobre la completitud, integridad y preservación de los antecedentes  e información”, ilustra el informe.

Huéspedes inexistentes

El caso del Hotel Clínico SpA, vinculado a Orlando Durán es uno de los más complejos y cuestionados a la gestión de la Subsecretaria liderada por Zúñiga en esa época.

De hecho, uno de los antecedentes más llamativos del trabajo reportado por la entidad fiscalizadora, apunta a que en la nómina de personas hospedadas aparecen extranjeros que salieron de Chile meses antes de la fecha en que se consigna su permanencia en el hotel por motivos sanitarios.

Incluso, en la lista con nombres tachados, hay personas que no registran movimientos migratorios desde 2015. “De los 94 huéspedes extranjeros individualizados, en el listado se pudo verificar, con los datos proporcionados por la Policía de Investigaciones de Chile, que en 56 casos los registros de la institución daban cuenta de que las personas informadas habían abandonado el país antes del período en el cual habrían hecho uso de las instalaciones del Hotel Clínico SpA”, certifica el documento de Contraloría.

Adicionalmente, reporta que “de las 145 personas registradas, en 128 de ellas no consta su procedencia”. Posteriormente que se descubriera el negocio hecho con el Hotel Clínico SpA, representado por Alexandra González, a la vez funcionaria del Servicio de Salud Occidente, el actual ministro de Salud, Enrique Paris, despidió a Orlando Durán y Alexis Flores. Arturo Zúñiga, en tanto, salió a repudiar lo que catalogó como un delito.

Contraloría cuestiona estructura

Otro de los hechos evidenciados y que pasó inadvertido hasta ahora, es que La Moneda decidió encomendar la labor a otras personas ajenas al Ministerio de Salud, para apurar la capacidad instalada de residencias sanitarias.

En el Minsal, de hecho, aseguran que el entonces asesor presidencial y ex subsecretario, Rodrigo Ubilla, solicitó a María Paz Lagos, asesora de la Subsecretaría de Turismo, a Carlos Rojas del Servicio Agrícola y Ganadero, y a Javier Montero, del Ministerio de Economía, que se involucraran con el equipo de Zúñiga en las contrataciones.

Dentro de las observaciones de la CGR se encuentra un cuestionamiento a esta decisión, porque participaron en la búsqueda y selección de hoteles, “sin que se advirtieran los fundamentos o mayores antecedentes que precisen tal intervención”.

La falta de control quedó en evidencia en la estructura elaborada por Orlando Durán. Como la división a su cargo podía tomar las decisiones respecto a quiénes contratar.  De hecho, de acuerdo a testigos de la negociación, diseñó una contratación conjunta de cinco hoteles “para hacer caber el suyo”.

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De esa manera logró llevar a la jurisdicción central de la DIVAP el control de tres hoteles de la cadena RQ asignados al Servicio de Salud Oriente y uno, el RQ Santiago, al Servicio de Salud Central. En el caso del Hotel Nippon, que también figura en el listado del informe de Contraloría, estaba asignado al Servicio de Salud Occidente. Alexis Flores, quien ha negado trabajar con Durán, dejó el Minsal luego que se filtrara un correo suyo pidiendo apurar el pago al Hotel Nippon, cuyos propietarios reclamaron en diciembre que el Minsal no les había cancelado los dineros adeudados.

En los cinco contratos que la Contraloría objetó, de acuerdo al informe, el responsable de los pagos era Arturo Zúñiga en el ejercicio de su cargo de subsecretario y, en concordancia a lo que se estableció, estos acuerdos con cada hotel implicaba la contratación de los servicios del Hotel Nippon (desde el 24 de marzo al 30 de junio por 241 millones 746.120 pesos), el Hotel RQ Santiago (del 23 de abril al 30 de junio por 225 millones 802.500 pesos), el RQ Tobalaba (desde el 28 de abril al 30 de junio por un total de 68 millones 544.000 pesos), el RQ Santa Magdalena (desde el 1 de abril al 30 de junio por la suma de 211 millones 165.500 pesos) y el Hotel Clínico SpA (desde el 27 de marzo al 30 de junio por un monto de 205 millones 586.304 pesos).

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