Dr. Eduardo Tobar y la vacunación de los vocales de mesa: «No va a alcanzar a tener impacto»

Con una pandemia en crecimiento en nuestro país, con contagios creciendo a niveles exponenciales en momentos en que incluso la autoridad sanitaria ha decidido decretar cuarentenas progresivas que mantendrán a 13,7 millones de personas sometidas a un confinamiento total desde la madrugada del jueves de la semana en curso, a lo que se adiciona un proceso eleccionario ad portas, varias son las inquietudes que surgen considerando un proceso de vacunación en una etapa que no le permite a Chile bajar la guardia.

Entendiendo que las semanas que se avecinan serán críticas, conversamos con dos expertos para aterrizar el actual escenario pandémico. Uno de ellos, Eduardo Tobar, médico intensivista de la Unidad de Pacientes Críticos de Hospital Clínico de la Universidad de Chile, quien nos entrega su diagnóstico de la situación por la que atraviesa el país.

«La situación de las camas críticas hoy, es que estamos al 95% y es probable que durante las próximas semanas supere la capacidad instalada. Esa es una realidad, por eso la necesidad de bajar la curva de casos en la comunidad», plantea en el inicio de su conversación con El Desconcierto.

Considerando el anuncio de implementación de medidas más radicales que permitan disminuir los niveles de contagios de COVID-19, aclara que los efectos no son inmediatos, como muchos pudieran pensar. «Después de la cuarentena que aborda a casi 14 millones de chilenos, debería verse el efecto inicial en siete, 10 días o, probablemente, hacerse más evidente después de dos semanas después del inicio (de ella), así que nos queda por lo menos de aquí a inicios de abril para ver algún efecto de la Fase 1 más masivo», aclara.

En este sentido Darwin Acuña, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, Sochimi, apunta a que las cuarentenas, por sus características, «disminuyen la circulación de la gente y, por ende, la circulación viral. Lo que se ha visto es que es no antes de 10 o 14 días, se podría ver ya en cuarentenas masivas una disminución evidente de los contagios. Ojalá fuera antes, pero obviamente todavía tenemos que aguantar la consecuencia de los casos anteriores que van a repercutir en nuestro sistema hospitalario».

Consultado respecto de la vacunación de los vocales de mesa en el contexto de las elecciones agendadas para el 10 y 11 de abril próximos, Tobar entrega su opinión, muy en línea con la inquietud expresada por algunos de ellos en medios de comunicación que han abordado este tema considerando que recién hace unos días el Ministerio de Salud anunció para esta semana el proceso de inoculación de los colaboradores de los comicios.

«El inicio de la vacunación de los vocales es adecuado, pero obviamente no va a alcanzar a tener impacto en ellos para reducir el riesgo de transmisión. Diría que tienen que comportarse igual que la elección de octubre, desde el punto de vista de mantener la distancia física y evitar las aglomeraciones tanto en la mesa como en la gente que está en la fila para votar. Eso la vez anterior demostró que fue razonablemente seguro, aunque teníamos muchos menos casos que el día de hoy», advierte.

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También en este ámbito, comparte su opinión respecto de una eventual postergación de las elecciones. «Evidentemente, si el escenario es el mismo de hoy o peor de aquí a una semana o 10 días, va a haber que evaluar razonablemente suspender las elecciones. Obviamente, es una decisión que excede lo sanitario y que necesita acuerdos políticos y algunas (gestiones) en el Congreso para poder postergarlas, pero es mejor hacerlo por lo menos 10 días antes de la fecha de la realización de las elecciones», asegura.

Con el actual escenario epidemiológico, ¿es recomendable que los escolares mantengan la actividad presencial en las escuelas, una vez levantadas las cuarentenas?, es otro de los escenarios por los que le consultamos al experto. «En relación a la vuelta al colegio parece prudente por ahora, sobre todo en las comunas o regiones completas que van a estar en Fase 1 y probablemente debiera ser una de las primeras cosas que debieran volver al inicio de la Fase 2, porque diversos organismos nacionales e internacionales del mundo pediátrico así lo hacen ver, por el retraso que va a significar esto en los aprendizajes. Y sobre todo que en los grupos más vulnerables el colegio puede ser más seguro y a veces garantiza la alimentación y el cuidado respecto de estar en los domicilios, así que hay acuerdo en los expertos que, en la medida de que lo permita la crisis sanitaria, hay que volver con la actividad escolar presencial, pueden acotarse bastante los riesgos que representa», asegura.

Sochimi: «Hay todavía un plan para poder seguir aumentando las camas»

Desde la presidencia de la Sochimi, Darwin Acuña también analizó las variables de la emergencia sanitaria que mantienen en alerta al país en el actual momento de la pandemia. Consultado específicamente por las declaraciones del ministro de Salud, quien el domingo último transparentó que quedaban camas críticas aseguradas sólo hasta este miércoles, comentó que «obviamente las camas se hacen muy escasas y existe la sensación de que pudieran acabarse, porque obviamente todos los días ingresan muchos pacientes covid a las UCI. Sin embargo, hay todavía un plan para poder seguir aumentando las camas, que es muy difícil, pero es necesario porque si no nos sobrepasarían los ingresos, versus las posibilidades reales de atención. Podría llegarse a un colapso, eventualmente sí, pero depende mucho de poder bajar los contagios diarios», dice.

El desafío que impone la pandemia, entonces, es insistir en la reconversión. «Las posibilidades reales del aumento de camas tienen que ver con la gestión, que cada hospital encuentre los lugares exactos dónde colocar las camas, los ventiladores mecánicos. Para ellos están los servicios de recuperación, los servicios de pabellón, las UCI pediátricas donde uno pudiera redistribuir a los pacientes», comenta luego.

«Lo otro es reclutar al personal, lo que siempre es un problema, siempre (esa) ha sido la principal limitante para aumentar las camas, por las licencias y por la inexperiencia de la gente que está trabajando. Nuevamente, el concepto es que se están haciendo todos los esfuerzos, pero hay muchos lugares donde esto es muy difícil», agrega el experto.

Por último, Acuña entiende que el incremento de camas no es ilimitado, menos en este momento. «¿Hasta cuándo puede crecer esta capacidad?, va a depender fundamentalmente de los esfuerzos que haga cada centro, se supone que con el decreto de aumentar al 100% las camas de la primera ola, deberíamos llegar a 3.500 camas aproximadamente. Después de eso, ya va a ser un esfuerzo adicional que es extremadamente difícil. Fundamentalmente por el personal, vamos a tener que hacer un esfuerzo adicional de manejar mejor los pacientes, de distribuirlos de mejor forma, trasladarlos entre regiones cuando se pueda, pero obviamente la capacidad de aumento de los hospitales se reduce cada vez más», concluye.

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