Una familia en Chillán presentó acciones legales contra la Isapre Consalud, luego de que esta se negara a pagar el tratamiento oncológico de su hija de 4 años.
La angustia se apoderó de Francesca Petit, una madre chillaneja que ha tenido que lidiar con las consecuencias de la resolución de una prestadora de servicios de salud que se niega a cubrir los más de 150 millones de pesos para tratar el neurofibroma plexiforme que sufre su pequeña Maite.
Según el diagnóstico médico, estos son tumores benignos que se originan en las células de la vaina nerviosa de nervios subcutáneos o periféricos, comprometen el nervio ciático y otros tejidos sanos y con ello su calidad de vida.
Para palear la enfermedad se requiere aplicar un tratamiento farmacológico de alta tecnología que debe importarse de Estados Unidos, conocido como Koselugo. El tratamiento de la niña requiere dos cajas mensuales del medicamento, cada una por un precio mayor a $6.300.000. Este precio se suma a las resonancias y hospitalización que elevan la suma a 150 millones de pesos.
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La semana pasada -y luego de reiterados retrasos en emitir la resolución- la Isapre Consalud comunicó que no cubrirá los costos del tratamiento, amparándose en que el medicamento no estaba considerado en el contrato firmado inicialmente. La menor tampoco fue admitida en el programa GES (Garantías Explícitas de Salud).
Para los padres, “es inaceptable que no se respete el derecho a la salud de una niña, especialmente, cuando los costos del tratamiento resultan inaccesibles para cualquier familia”. Es por ello que han iniciado acciones legales en contra de la Isapre Consalud y quienes resulten responsables.