Exreligiosas chilenas denuncian graves maltratos en la comunidad Siervas del Plan de Dios

Una serie de denuncias de abuso de conciencia, maltratos psicológicos y físicos por parte de la agrupación religiosa Siervas del Plan de Dios fueron reveladas este lunes. Las denunciantes son exreligiosas que, por los hechos, decidieron abandonar la comunidad de origen peruano en Chile.

Las situaciones fueron relatados por las propias víctimas a Canal 13 y consistieron en el aislamiento de las participantes de la organización, junto con episodios reiterados de humillaciones, abusos de poder y amedrentamiento.

«Les decían que sus familias no eran un lugar adecuado para que ellas pudieran estar, que sus mamás estaban locas o desequilibradas. Era un forma de alejarte de tu familia y hacer que no sintieras a tu mamá como mamá, para ellas ocupar ese lugar», relató Melanie Taylor, una de las exreligiosas denunciantes.

Por su parte, otra de las exintegrantes que decidió abandonar la agrupación, Paola Mattos, agregó que «había muchas mujeres con las que viví reducidas a ser sirvientes. Había hermanas que, totalmente alejadas de lo que es la vida comunitaria y apostólica, su labor era ser sirvientas de las superioras«.

«Hacían correcciones inauditas que llegaban a humillaciones (…) Traté de muchas formas hacerlo saber, pero siempre que tú alzabas las voz en la comunidad eras quien estaba mal o quien estaba por malos caminos, escuchando al demonio. Entonces desde adentro era imposible hacer algo», agregó.

Otra de las denunciantes, identificada como Daniela, contó: «Fue muy duro ver como mi autoridad me zamarreó, como a un niño de tres o cuatro años. Me asusté mucho».

Algunas de estas denuncias, que han sido tramitadas por la Fundación Para la Confianza, han llegado al Arzobispado de Santiago, al de Lima y a Roma.

Desde la agrupación religiosa, al ser contactada por el medio ya mencionada, respondieron que las denuncias se someterán a un «proceso penal canónico» y agregaron que Siervas del Plan de Dios se encuentra en «un proceso de reflexión y renovación espiritual».

Este movimiento religioso fue fundado por el laico católico peruano Luis Fernando Figari, quien en 2015 fue denunciado por abusos físicos, psicológicos y sexuales. Sin embargo, su única sanción ha sido ser destinado a «una vida de penitencia».