«Yo no soy antivacunas. Todos están diciendo que soy antivacunas, tengo todas las vacunas y hace poco me he puesto un par que me faltaban», sostuvo Jenny Álvarez, la diputada PS que hace un par de semanas se contagió de COVID-19, generando un brote al interior del Congreso al que se refirió este miércoles en diálogo con 24 Horas, desestimando ser la responsable de la comentada situación en dependencias del Poder Legislativo.
Específicamente el 17 de enero y tras el contagio del virus de la parlamentaria, la bancada socialista íntegra tuvo que entrar en cuarentena preventiva, activando incluso una moción para reestablecer el voto telemático en momentos de exponencial incremento de los índices de la pandemia.
Polémica instalada e incomodidad mediante, lo cierto es que la situación de Álvarez no cayó nada de bien al interior de la colectividad liderada por Álvaro Elizalde, desde donde se activó un procedimiento para analizar su conducta sanitaria.
«He decidido no vacunarme, porque no confío en la vacuna», sostuvo en esa oportunidad, causando evidente molestia en su partido, que públicamente manifestó su desacuerdo con ella.
Sin embargo, sus argumentaciones no bastaron. Tanto así que este jueves el militante Camilo Riquelme anunció en su cuenta de Twitter, que la llevará al Tribunal Supremo del PS.
«Como militante socialista, he tomado la decisión de llevar a la diputada Jenny Alvarez al Tribunal Supremo del @PSChile. La declaración antivacuna que hizo fue la gota que rebalsó el vaso, poner en peligro la salud pública no es algo que se tome a la ligera, ni menos su nula empatía», cuestionó tras escuchar las declaraciones de su camarada esta semana, defendiendo su postura frente al fármaco anti COVID-19.