Piden 20 años de cárcel para el “Comandante Emilio” por el homicidio de Jaime Guzmán

La fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Santiago solicitó una pena de 20 años de cárcel en contra de Raúl Escobar Poblete, quien está siendo procesado por el homicidio del exsenador Jaime Guzmán.

El también conocido como «Comandante Emilio» llegó en septiembre pasado hasta el país, luego de ser extraditado temporalmente desde México, país donde registra una condena de 60 años por el delito de secuestro.

Según informó Radio Bío-Bío, la persecutora Macarena Troncoso presentó la acusación e invocó delitos descritos en la Ley que Determina las Conductas Terroristas (N° 18.314) y la Ley de Seguridad Interior del Estado (N° 12.927).

Al respecto, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, manifestó la conformidad del gobierno respecto a la pena solicitada por la fiscal judicial. «Valoramos que se haya decidido acusar y pedir 20 años de presidio para Raúl Escobar Poblete», afirmó.

«Lo dijimos cuando se logró su extradición, Raúl Escobar Poblete debe responder por el grave crimen que cometió, siendo imputado como autor material del asesinato de un senador en ejercicio en democracia, como era Jaime Guzmán», sostuvo Galli.

Por su parte, el jefe de bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el diputado Juan Antonio Coloma, sostuvo que esperaban que se pidieran más años contra Escobar Poblete. «Que lentamente se empiece a hacer justicia en el asesinato de Jaime Guzmán es una buena señal, aunque uno hubiese esperado una pena mayor«, afirmó al citado medio.

«Esperamos que avance lo más rápido posible para que esta persona no pueda nunca más salir de la cárcel, que es donde siempre debió haber estado», agregó.

Defensa critica proceso judicial

Por otro lado, Alberto Espinoza, abogado defensor de Raúl Escobar, criticó el trato que ha tenido su representado. «Él ha sido tratado como condenado, como culpable, desde el principio y hasta el día de hoy. Y se le trata de aplicar la ley antiterrorista, una ley caduca, que no aguanta un control de convencionalidad de acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanos», argumentó.

De igual forma, aseguró que el proceso contra su defendido es un juicio «sucio» e «irregular», afirmando que «se trata de una crónica de una sentencia condenatoria anunciada».