Ignacio Walker se suma a la corriente DC que va a votar Rechazo: “Es una Constitución partisana”

Con fuertes críticas al trabajo de los constituyentes y dudas sobre el texto de la nueva Constitución, el exsenador de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker se alineó con la derecha, anunciando su voto por el Rechazo.

El exministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno concertacionista de Ricardo Lagos, manifestó en una columna de opinión de El Mostrador, su postura de cara al Plebiscito del 4 de septiembre.

“Votaré rechazo porque esta es una Constitución partisana y refundacional, que divide a los chilenos y chilenas. Dada su composición, se trata de una Convención de izquierda, que ha escrito una Constitución de izquierda”, comenzó, plegándose al discurso emanado desde Chile Vamos.

“No se trata de una izquierda reformista o social demócrata, sino de una izquierda radical, en clave refundacional. El trasfondo político del texto constitucional que se nos ofrece está dado por la hegemonía -dirección moral e intelectual de acuerdo a la clásica definición de Antonio Gramsci- que ejercen el Partido Comunista y Frente Amplio en el gobierno y en la propia Convención”, añadió.

Ignacio Walker continuó diciendo que “se trata del intento de una parte del país por imponer una Constitución a otra parte del país. La única petición que hizo el presidente Gabriel Boric a la Convención, en su comparecencia ante la misma, fue que no escribieran una Constitución partisana. Pues bien, es exactamente lo que han hecho: escribir y aprobar una Constitución partisana”.

“Se trata, en fin, de una Constitución que divide a los chilenos y chilenas. La Constitución no ha logrado plasmar un consenso amplio, vieja aspiración contenida en el Acuerdo Nacional hacia la Plena Democracia de agosto de 1985”, recordó.

Finalmente, tras un largo análisis, Walker señaló que “me temo que de resultar ganadora la opción del Apruebo, aún en la perspectiva de reformar como han señalado algunos o muchos de sus partidarios, nos vamos a encaminar por una senda de mediocridad, con el fantasma rondando por ahí de un desarrollo frustrado”.