Marcar casas por el Apruebo: Oficialismo sale al paso de reacción “absurda” del Rechazo

Este domingo, en el programa «Mesa Central», la diputada Karol Cariola (PC) anunció que el Apruebo inició una campaña nacional llamada «Dos millones de casas por el Apruebo», consistente en marcar las viviendas que respalden la propuesta de nueva Constitución, una actividad más de difusión de cara al Plebiscito del 4 de septiembre.

«Esta campaña nacional básicamente se trata de sumar nuevas casas por el Apruebo. Vamos a ir dejándoles un cartelito que dice ‘Esta casa está por el Apruebo’ en cada una de las ventanas», sostuvo la vocera del comando por esta opción en el espacio de Canal 13, generando una serie de cuestionamientos emanados principalmente desde la oposición.

Uno de los que no tardó en manifestarse contra esta iniciativa fue el diputado Gonzalo de la Carrera (IND ex republicano), quien aludió a una «agenda totalitaria», asegurando además que «comienza la censura a periodistas. Y el Presidente descalifica a opositores desde su celular Presidencial. ¡Del terror!», dijo en su cuenta de Twitter.

Y en la misma red social el diputado Henry Leal (UDI), apeló a los mismos argumentos que De la Carrera, planteando que esta idea es propia «de los regímenes totalitarios. Cómo dividen a los chilenos. Nada sorprende del PC».

Ignacio Walker (DC), tampoco estuvo de acuerdo y así lo evidenció. «La idea de Karol Cariola (PC) de marcar casas recuerda a los nazis y los Comités de Defensa de la Revolución en Cuba; será que la campaña de la Centro-izquierda por el Rechazo le produjo una descompensación o tal vez una crisis de pánico», cuestionó en la misma plataforma.

Pese a los reclamos del sector del Rechazo, incluso en la Comunidad Judía salieron a refutar las analogías, señalando que “comparaciones equivocadas solo contribuyen a banalizar esta tragedia que costó la vida a millones de personas”.

Es más, en el plan estrictamente legal, en el Servicio Electoral aclararon que todo está en regla. “Es una publicidad legítima que está en la ley, pero el consentimiento tiene que ser escrito del dueño e informado por el comando que lo haga al Servicio Electoral, eso lo hace legítimo”, advirtió el presidente del Servicio Electoral, Andrés Tagle.

«Campaña orquestada del Rechazo»

Incluso desde el oficialismo, el senador del PS, Fidel Espinoza, compartió en Radio Pauta su postura al respecto. «Eso de marcar casas es de un estalinismo», dijo a la emisora al tiempo que aseguró que «poco menos es obligar a alguien en tener un planteamiento».

Sin embargo, uno de los que salió a defender el anuncio fue el vocero del Apruebo, Vlado Mirosevic, quien en Twitter se sumó al debate, cuestionando a sus detractores. «¿En qué limita la libertad que una persona ponga voluntariamente un afiche de su preferencia en la ventana de su casa?», se preguntó el diputado.

«En nada. Solo es una muestra más de una campaña orquestada del Rechazo para desprestigiar y quitar el foco de lo importante», se respondió él mismo.

Y en el caso de la experta en encuestas, Marta Lagos, dejó claro que esta práctica no apela a un despliegue inédito, sino que incluso utiliza las mismas herramientas consideradas históricamente.

«Es lo mismo que han hecho todas las campañas desde los tiempos inmemorables. Desde los romanos», posteó en la red social.

Por su parte, el exconvencional Fernando Atria, quien en diálogo con Radio Universidad de Chile, se refirió al tema refutando a sus detractores. “Se han atribuido connotaciones absurdas”, dijo el abogado constitucionalista.

Y considerando que algunos adherentes del Rechazo incluso han dicho que la idea parece tomada de una campaña nazi, Atria aseguró que esta comparación resulta inaceptable. “Eso es ridículo ¿Cómo va a ser parecido a eso?”, cuestionó.

“Supongo que son personas que nunca han hecho puerta a puerta, porque eso se hace en los puerta a puerta. Se pone, preguntando previamente a la persona respectiva, un distintivo de la opción respectiva», ilustró luego.

Y agregó que «si quizás en lugar de criticar tanto, hubieran hecho un poquito más de campaña, sabrían que estamos hablando de una cuestión que no tiene ninguna de esas connotaciones absurdas que se han atribuido».