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Héctor Llaitul: Desde el combate a Pinochet a la lucha mapuche y el robo de madera

Por: Por Carolina Ceballos con información de Agencia EFE | Publicado: 24.08.2022
Héctor Llaitul: Desde el combate a Pinochet a la lucha mapuche y el robo de madera Héctor Llaitul | Foto: Agencia Uno
Este miércoles, en medio de una escalada del conflicto mapuche y a 11 días del Plebiscito del 4 de septiembre, se tomó detenido al líder de la CAM. Quién es y cuáles han sido sus causas en este perfil.

Rostro más visible de la lucha armada mapuche, que defendió meses atrás, y carismático líder que sufrió torturas en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, Héctor Javier Llaitul Carrillanca es un personaje controvertido.

Capaz de moverse de forma libre, en los últimos meses la oposición presionó para que se practicara una detención que el anterior gobierno, liderado por Sebastián Piñera, no realizó pese a que los delitos que se le imputan -robo de madera y violación de la seguridad del Estado- se cometieron presuntamente en 2020.

Un arresto que se produjo este miércoles en Cañete, en medio de una escalada del conflicto mapuche, y a menos de 15 días del Plebiscito constituyente del 4 de septiembre.

Asimismo, se le responsabiliza de sabotajes y ataques incendiarios ocurridos en las regiones de La Araucanía y el Biobío.

La historia de Llaitul

Nacido el 19 de noviembre de 1967 en la ciudad de Osorno, en la Región de Los Lagos, Llaitul estudió Trabajo Social en la Universidad de Católica de Valparaíso, donde se unió al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

En la década de 1980 se sumó al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), una organización armada a la que se vinculó con el Partido Comunista (PC) en tiempos de la dictadura.

En 1998, ya casado con Pamela Pezoa Matus -es padre de cuatro hijos- y con la democracia de regreso a Chile, Llaitul abrazó la lucha mapuche y con líderes de diversas comunidades de este pueblo originario, fundó la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM).

En la cúpula de la organización lo acompañaron líderes como Ramón Llanquileo, arrestado en enero de 2007 y sentenciado a cinco años por un ataque incendiario en la localidad de Ercilla, y José Huenchunao, capturado dos meses después.

Seis años antes, el propio Llaitul había sido detenido tras un supuesto enfrentamiento con unidades del cuerpo de Carabineros en el que resultó levemente herido y fue condenado a 541 días de cárcel por una infracción a la Ley de Seguridad del Estado.

Volvió a ser detenido en mayo de 2002 en Traiguén, bajo la acusación de pertenencia a banda armada e incendiar instalaciones del aeródromo de Tirúa, entre otros delitos, pero fue dejado en libertad condicional, lo que aprovechó para regresar a la clandestinidad.

El 21 de febrero de 2007 volvió a ser detenido, esta vez en Concepción por efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), encarcelado y enviado a juicio.

Tras más de un año de proceso, fue absuelto de todos los cargos por los tres jueces del Tribunal Oral de Temuco.

Operación Huracán

En septiembre de 2017, salió a la luz la controvertida «Operación Huracán», realizada por Carabineros de con la intención de demostrar que Llaitul era el cerebro gris de los sabotajes y ataques incendiarios en La Araucanía, Biobío y Los Ríos.

El líder mapuche fue detenido de nuevo y puesto una vez más en prisión preventiva, pero fue liberado después de que se detectaran irregularidades en el proceso.

Según se informó entonces, la Fiscalía encontró anomalías en la información y las pruebas aportadas por la Dipolcar (Inteligencia de Carabineros), lo que condujo a una denuncia por falsificación de instrumento público y/o implantación de pruebas falsas y la renuncia del general Gonzalo Blu, responsable de Carabineros.

En octubre de 2021, en una entrevista exclusiva con Efe en La Araucanía, Llaitul declaró que «la guerra no interesa a nadie» y negó la participación de la CAM en algunos de los actos violentos que se le imputaban.

«Nosotros hacemos sabotaje, no violencia irracional. No atacamos agricultores ni a la sociedad chilena en general. De hecho, en el último tiempo nos han endosado responsabilidad respecto de crímenes en los que no hemos tenido nada que ver y hemos sido muy claros a la hora de negar nuestra participación», afirmó.

Lucha armada

La CAM se define como una organización autonomista, mapuchista, anticolonial, anticapitalista y revolucionaria, que se ha disgregado en diversas agrupaciones más radicales que operan tanto en la zona costera del Biobío y La Araucanía como hacia la cordillera, con atentados y ataques armados.

En la misma entrevista a la agencia EFE, Llaitul también aludió a la violencia y la lucha armada, declaraciones que repitió en abril de este año y que desataron una serie de críticas de la oposición.

«La asumimos como absolutamente necesaria a la hora de confrontar un sistema de opresión que nos arremete también en un plano de violencia política, no solo a la hora de las persecuciones o la criminalización sino a nivel estructural a la hora de la negación de derechos», dijo entonces.

En junio, en una reunión en Peñalolén, Llaitul aseguró en público que el robo de madera servía para la financiación de la lucha, uno de los delitos que ahora se le imputan y que se suman a una querella puesta por el gobierno actual semanas antes.

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