TPP-11: El otro dolor de cabeza que aqueja a la administración de Gabriel Boric

En medio de una controversia de larga data, la administración de Gabriel Boric ha manifestado su intención de suscribir el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP-11), abriendo un debate que se empieza a instalar en la agenda y despierta posturas divergentes al interior de la propia coalición de gobierno, lo que podría complicar al oficialismo en un momento particularmente complejo post derrota del Apruebo en el Plebiscito del primer fin de semana de septiembre.

Se trata de un tema delicado respecto del cual incluso no existe consenso en el oficialismo, donde sectores -como el Socialismo Democrático- suscriben su ratificación, mientras que otros -desde Apruebo Dignidad- insisten en relevar sus nocivos daños para el país.

En la discusión hay otro elemento clave: la postura que el propio Boric mantuvo hasta hace sólo un par de años, cuando era diputado y públicamente manifestaba su oposición al acuerdo.

Luego de su votación en la Cámara de Diputados y Diputadas el 2019, donde se aprobó por un pequeño margen y con el voto en contra del Frente Amplio, sector al que pertenece el propio Boric, el TPP-11 pasó al Senado, donde quedó descansando hasta hoy.

En Apruebo Dignidad no existe una sola postura al respecto, siendo el Partido Comunista el que ha manifestado públicamente su desacuerdo con el TPP-11 durante estos días, cuestionando además al gobierno.

Los cuestionamientos del PC

“¿Por qué haría falta un TPP-11?, una profundización de las condiciones que, para efecto de los inversores de grandes grupos puede ser de mucho beneficio, pero que afectaría, a nuestro juicio, el desarrollo más soberano hacia adelante del país», cuestionó esta semana en Radio Cooperativa el secretario general del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona.

Su postura no es distinta a la planteada por su camarada y alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, criticando la actitud del Ejecutivo hacia el tratado, poniendo sobre la mesa el poder que, a su juicio, estaría adquiriendo un sector de la Concertación en La Moneda, tras el cambio de gabinete que reconfiguró el mapa de fuerzas oficialistas.

Específicamente, el excandidato presidencial evidenció su preocupación respecto de que «el laguismo entre a desarrollar su programa y que no se respete el programa de la coalición inicial. Y aquí vuelvo a ser claro, el Frente Amplio y Chile Digno rechazaron en la Cámara de Diputados el TTP-11. Por lo tanto, a lo menos llamaría la atención, que el mismo gobierno tratara de impulsarlo».

Establecer límites, la defensa del Ejecutivo

Tras la disconformidad evidenciada desde este sector, el Ejecutivo se refirió al tema a través de la ministra vocera Camila Vallejo, además de la canciller Antonia Urrejola, el ministro de Hacienda Mario Marcel y su par de Economía, Nicolás Grau. El discurso emanado desde La Moneda, detalla Emol, ha mantenido un tono más bien cauteloso, siendo reiterativa la insistencia respecto de la importancia del diálogo para enfrentar este proceso.

Bajo estas premisas, la canciller aseguró que el país está negociando con los miembros que han suscrito el TPP-11 el acuerdo para poner algunas condiciones. De hecho, una de ellas que no se implemente en Chile el protocolo de solución de controversias considerado en el acuerdo.

«Lo que queremos es, en un tema donde hay posiciones contrapuestas, poder ver cómo podemos avanzar buscando consensos y haciéndonos cargo de las diferencias que hay», dijo la secretaria de Estado a comienzos de semana.

Adicionalmente, en diálogo con Radio Universo, Grau se refirió al TPP-11, relevando sus positivos efectos para la economía nacional. «Somos un gobierno que creemos en el comercio internacional, que creemos en los tratados entre países para efectos de mejorar el acceso a mercado, creemos que siempre es muy importante que esos acuerdos sean positivos, que sean buenos para el país, y esta agenda la está llevando a cabo Relaciones Exteriores. Se va a activar a través de un diálogo con los distintos actores políticos, y la forma en que se va a anunciar ese diálogo se va a anunciar durante los próximos días», sostuvo.

«Votar el TPP-11 será una prueba de fuego para el gobierno»

Y mientras lo manifestado por la titular de Relaciones Exteriores, fue ratificado por Vallejo, desde el PS el senador Juan Luis Castro aludió a la importancia de la controversial materia para la coalición oficialista. «Votar el TPP-11 será una prueba de fuego para el gobierno. La razón es que es un tratado que divide a las fuerzas de apoyo del gobierno. Mientras en la Social Democracia habría más posibilidades de apoyo, aunque no unánime. En Apruebo Dignidad sería imposible», dijo.

Incluso, fue más allá y no descartó que las diferencias escalen a otro nivel. «Si no se establece un diálogo legislativo serio y rápido, esto puede ser un factor decisivo en la unidad o fraccionamiento de las fuerzas progresistas. Mi opinión es que se debe hacer un ‘reset’ claro y preciso de la Cancillería para intentar unificar posiciones», agregó.

Por su parte, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien está a favor del acuerdo, argumentó su postura en diálogo con El Mostrador.

“El gobierno nos ha señalado que hace un tiempo ha propuesto a los miembros del CCTPP (nombre original del acuerdo) modificar los mecanismos de solución de controversia inversionista-Estado. Nuestra opinión es que se puede ratificar el CPTPP y seguir avanzando con estas conversaciones, que pueden ser de largo aliento. Es una buena señal que el gobierno, y este nuevo gabinete, haya decidido dar un curso de acción, ya que no solo permitiría que nuestros exportadores de diverso tamaño puedan participar del intercambio comercial, sino que además esto podría ser un gran motor para atraer mayor inversión al país”, aseguró el parlamentario.

Desde la DC, el senador Matías Walker apeló a que el Ejecutivo le dé un curso ágil a la aprobación del controversial tratado. En este sentido, apuntó a que «la coalición de gobierno se ponga de acuerdo y podamos tener rápidamente la ratificación del tratado».

«Nadie entiende cómo Perú, Australia, Nueva Zelanda, y otros países como Canadá han adherido a ese tratado que fue negociado por el gobierno de la Presidenta Bachelet y Chile no lo haga, cediendo ventajas comparativas», agregó.