Raúl Soto renuncia a la presidencia de la Cámara y pide “no dar un triste espectáculo”

A menos de dos semanas de que termine su período como presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, Raúl Soto (PPD), presentó su renuncia a la mesa que presidirá hasta el 7 de noviembre, fecha en que debe abandonar esta responsabilidad tras siete meses en el ejercicio de este cargo.

“A pesar de que en las últimas semanas han sido varios los parlamentarios de diferentes sectores políticos que me han solicitado evaluar mi continuidad, yo quiero ser claro y categórico, mi renuncia es indeclinable y solicito expresamente a todos mis colegas que la acepten”, dijo Soto, en medio de versiones respecto de que pretendía permanecer al frente de la corporación, propósito en el marco del que incluso se habría reunido con algunos parlamentarios.

Insistiendo en la idea fuerza que ha reiterado en los últimos días, Soto aseguró que deja su cargo porque cumple los compromisos suscritos. “Soy un hombre de palabra y en momentos de muchas complejidades y de muchos problemas en nuestro país, entrar en pugnas de poder es algo que me parece muy mezquino, por eso decido hoy dar un paso al costado y poner mi cargo a disposición”, aseguró el parlamentario en declaraciones que recoge CNN.

Paralelamente, detalló la labor a la que estará abocado durante las semanas que le restan liderando la Cámara. “En esta semanas estaré cerrando mi ciclo y lo hago con la tranquilidad del deber cumplido, con la tranquilidad de haber demostrado con tan solo 34 años que es posible en Chile hacer política de forma seria y responsable“, indicó.

“En momentos de crisis e incertidumbre, como los que estamos atravesando en nuestro país, no solo es posible, sino que es necesario, reivindicar la buena forma de hacer política, aquella política que avanza en función del diálogo y los acuerdos, aquella que es capaz de dejar de lado la polarización y la violencia”, dijo luego complementando sus declaraciones.

«No hay espacio para pugnas de poder»

Consultado por la definición de su sucesor (a) en la mesa de la Cámara, anoche en T13 Soto se refirió al proceso que debiera terminar con Karol Cariola (PC) como nueva presidenta, una situación que ha generado disenso en la oposición, lo que podría amenazar su arribo a la testera, pese al acuerdo suscrito en marzo.

«Espero que sean capaces de conversar, transparentar las diferencias. He dicho que esta conversación no está radicada en la actual mesa que dura hasta el 7 de noviembre, sino que en las jefaturas de las bancadas. Yo espero que no demos un triste espectáculo al país», sostuvo.

Y en su análisis de esta contingencia, agregó que espera que esto se resuelva con la correspondiente actitud. «Creo que en momentos complejos como el que estamos viviendo, no hay espacio para pugnas de poder. Yo espero que prime la conversación, el diálogo y los entendimientos para dar gobernabilidad a un poder del Estado como es el Poder Legislativo», señaló.

«Hay distintas posiciones trascendidas por los medios de comunicación. Intereses cruzados, y a eso me refiero con pugna de poder, creo que es importante pensar con la cabeza fría y tratar de llegar al mejor entendimiento posible», concluyó el parlamentario ad portas de dejar el liderazgo de la Cámara.

Proceso constituyente: «Va más lento de lo que muchos pensábamos en un comienzo»

En medio de las conversaciones suspendidas y reagendadas para la semana próxima de la mesa negociadora que busca implementar un nuevo proceso constituyente en el país, un tema al que ha estado abocado durante las últimas semanas, Soto comentó sus apreciaciones del trabajo que se está desarrollando en esta instancia.

Considerando que las bases todavía no están resueltas y respecto del mecanismo tampoco hay definiciones y que de momento se visualizan más diferencias que consenso entre el oficialismo y la oposición, el parlamentario admitió que la conversación se ha extendido por más tiempo del esperado.

«Va más lento de lo que muchos pensábamos en un comienzo», dijo, aunque admitió que la dilación del trabajo de la mesa no lo inquieta. «No me preocupa, yo sigo optimista con respecto a un buen resultado», aseguró manteniendo el tono que ha conservado durante el poco más de mes y medio que suma la instancia sin que se esperen novedades pronto.

Y agregó que, en todo caso, «más allá de las diferencias, hay una voluntad genuina, una conciencia, una responsabilidad en el mundo político bastante transversal respecto de la necesidad de dar un camino, una realidad y una certeza con respecto a una nueva hoja de ruta de cambio constitucional que sea buena para Chile, que nos una. Que recoja lo bueno de la experiencia pasada y que corrija los elementos malos, tanto en la forma como en el fondo».

«Tuvimos una buena experiencia discutiendo elementos bastante de fondo con las bases constitucionales, donde logramos que diferencias muy opuestas respecto a visiones del país con temas muy sustantivos, logramos consensos en 12 puntos que están bastante avanzados, yo diría que cerrados», agregó.

En el ámbito de los pendientes, detalló que lo que hoy requiere una definición, «es lo que se ha denominado el árbitro, que no es más que una fórmula que permita garantizar el cumplimiento de las bases constitucionales para que sea un verdadero rayado de cancha constitucional que dé garantía de estabilidad y que sea exigible el día de mañana».