Cierre de CEMA y las polémicas de la fundación “social” de Lucía Hiriart

Irregularidades en el manejo de los dineros, la relación con el Caso Riggs y sus inversiones en compraventa de inmuebles más que en proyectos sociales fueron los argumentos esgrimidos por los tribunales para el cierre de la fundación emblema de la ex Primera Dama Lucía Hiriart de Pinochet y cuyos activos, al año 2015, ascendían al monto de  $5.626.068.753. 

Así lo señala el fallo judicial en el que además se precisa que, durante los últimos cinco años, Fundación CEMA Chile destinó solo 11 % del total de sus activos en gasto social, la real orientación de sus fines. 

Pese a ello, el cierre de la emblemática entidad social de la dictadura militar, que presidió Hiriart hasta el 2016, dejó más comentarios positivos en redes sociales que dudas y rechazos, según el reporteo de la calle virtual de la plataforma Birs. Un análisis a 371 autores en redes sociales reveló que, tras el fallo, éstos generaron 25 mil interacciones, 35 mil visualizaciones y una emocionalidad del contenido neutral del 57,8 %, en torno a la palabra clave “Cema”. 

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Vínculos de Gloria Hutt con CEMA 

El mismo día en que se anunció el cierre de la fundación, Marta Lagos, directora de Latinobarómetro y fundadora de Mori Chile, preguntó en su cuenta de Twitter por los vínculos de Gloria Hutt con la institución. 

Ayer me dijeron que @GloriaHutt había estado a la cabeza de Cema Chile. ¿Alguien puede confirmar eso?

— Marta Lagos (@mmlagoscc) November 9, 2022

Tweet que alcanzó 267 retweets, 677 likes y que fue sumamente comentado tanto a favor de CEMA y su labor social, como en contra de la exministra de Transporte del segundo Gobierno de Sebastián Piñera. 

Consultada por La Segunda, la exministra explicó que “como esposa de un militar, durante los años 90, tuve que asumir tareas sociales en fundaciones. Mientras me desempeñaba en mi profesión de ingeniera -a lo que dedicaba gran parte de mi tiempo- tuve un rol local en Cema Chile”. 

Rol que cumplió entre 1994 y 1995 como vicepresidenta del provincial San Antonio. 

Y una vez más Gloria Hutt zafó de su pasada x CEMA Chile…
A mí no se me olvida q participó ahí tambien!!#cafeconnata @ValdebenitoNata https://t.co/2XsQpdQosB

— LaDecadenteConBrillo (@LaDecadenteConB) November 10, 2022

«Cae otro símbolo de la dictadura»

Aunque la mayor interacción se dio por el simbolismo del cierre de CEMA Chile. Ello por la implicancia política de la fundación con la dictadura de Augusto Pinochet, y por convertirse en una “inmobiliaria privada”, según un reportaje de Radio Universidad de Chile. 

135 fueron los inmuebles fiscales que el Ministerio de Bienes Nacionales transfirió gratuitamente a CEMA entre 1977 y 1989. Así lo aseguró Víctor Osorio, exministro de Bienes Nacionales durante el segundo período de Michelle Bachelet, en Radio Universidad de Chile.

El 10 de diciembre del 2015, Osorio solicitó al Consejo de Defensa del Estado (CDE) interponer acciones judiciales destinadas a lograr la restitución de los bienes fiscales de las que se había apropiado la Fundación, invocando en ese entonces, la labor social que realizaba en tiempos de dictadura militar. 

Labor social que también vigiló estrictamente a sus socias, para desvincularlas de cualquier compromiso u ideología política contraria a la dictadura militar. 

¿Mujeres aprendices? 

El trabajo de los Centros de Madres (CEMA) con las mujeres más vulnerables también se dejó ver en redes sociales, por internautas que recordaron su trabajo entre los años 80 y 90, con las mujeres de más bajos recursos. 

Periodo en el que la fundación entregaba a las socias de los Centros de Madre urbanos asistencia jurídica, capacitación, asistencia social, preservación de la salud y charlas educativas. 

Por su parte, los centros rurales se encargaban de la protección de niños a través de apoyo a las madres primerizas, centros de párvulos, y centros con agrupaciones de niñas estudiantes a quienes se les brindaba apoyo escolar y recreación. Todo ello mientras, desde el propio CEMA, se realizaba vigilancia para desvincular a las socias que expresaran cualquier compromiso político en el contexto del régimen militar. 

Según Susana Levy y Lechner Norbert en el libro El disciplinamiento de la mujer, los Centros de Madre funcionaban como «fortaleza contra las amenazas vitales de un enemigo omnipresente y sin escrúpulos (el marxismo, el comunismo y, en general, la política)». 

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