La queja de Torrealba contra Evópoli: “Están tratando de usar a Vitacura como secretaría”

Raúl Torrealba y, específicamente, su compleja situación legal, a causa de las irregularidades financieras que se le atribuyen como consecuencia de los 24 años que estuvo al frente de la Municipalidad de Vitacura en el cargo de alcalde que dejó el año pasado, lo tiene en el foco de la contingencia.

Renunciado en septiembre del año pasado a Renovación  Nacional (RN), al emblemático exjefe comunal se le objeta el despliegue de una trama que habría implementado durante años para apropiarse de dineros fiscales provenientes de Vita, corporaciones sin fines de lucro administradas por el municipio del sector oriente de Santiago.

Actualmente siendo investigado por la justicia, a la otrora autoridad comunal le encontraron alrededor de $2.300 millones de pesos en una cuenta corriente que de ninguna manera se condicen con el sueldo que recibía en el ejercicio del cargo que se vio obligado a abandonar luego de que se aprobara la ley que limita la reelección y que permite repostularse a un puesto en dos oportunidades.

Ad portas de la que se asume como una inminente formalización por varios delitos que involucraría esta irregular práctica, este jueves La Tercera publicó un artículo que deja en evidencia el complejo momento que enfrenta Torrealba, constatado a través de escuchas telefónicas derivadas de la indagatoria en su contra.

El registro corresponde a un material al que accedió la Policía de Investigaciones (PDI) a mediante 45 horas de llamados durante septiembre y noviembre de 2021 y en él se constatan los cuestionamientos de Torrealba a la nueva administración de la alcaldesa Evópoli, Camila Merino.

«Me crucificaron en vida… horrible«, le aseguró a una persona no identificada durante una conversación.

«Me crucificaron al día uno poh hue…, si durante dos semanas no he soltado ningún diario… nadie… me allanaron la casa en Santiago, acá hue…», agregó en medio de la misma llamada.

Camila Merino, alcaldesa de Vitacura- Foto: Agencia Uno

Adicionalmente, en uno de los diálogos intervenidos por la PDI se detectó a alguien de nombre Felipe, quien sería Felipe Assadi, director de la Corporación Cultural de Vitacura, a quien intentó convencer respecto de la inconveniencia de implementar modificaciones a los estatutos de las corporaciones Vita que quería implementar Merino para cambiar directores y tener más control de estas organizaciones culturales.

«(Lo que ella) busca en cierta medida es un manejo más político de la corporación (…) Creo que no tiene ninguna razón de ser el cambio, o por lo menos no es (indescifrable), es una institución que funciona hace más de 30 años y bien poh'», argumentó en esa oportunidad el otrora militante de RN.

La conversación da cuenta de que pese a ya estar fuera de la Municipalidad de Vitacura, Torrealba se desplegaba para intentar incidir en el manejo de Vita, desde donde se presume obtenía el dinero que se le acusa de defraudar.

«Ya, oye, habla con Mario. A mí me llamó Mario, he hablado con el Cote, he hablado con Varela, Varela hablo con Agustín, con la Cata, y ninguno está muy de acuerdo con la hue… Es que lo que pasa, a ver, yo soy muy pro Evópoli, pero están tratando de usar a Vitacura como la secretaría política de Evópoli, entonces, ahora yo no sé si sea bueno poh’, comentó Torrealba a su interlocutor de entonces.

El diálogo continúa, y en él el exedil insiste: «A mí me cagaron, pero que no los caguen a ustedes y no caguen las instituciones, si la corporación cultural de Vitacura es verdad que los últimos cinco, seis meses estuvo floja, pero por una serie de problemas extras del consejo, una serie de hue…, pero no cambies los estatutos por esa hu…, que la Juanita (Mir, directora de la Corporación Cultural de Vitacura) se ponga las pilas y trabaje, es que me parece súper bien y creo que lo puede hacer re¿ bien la Juanita», agregó.