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Ideólogo republicano explica origen de frase de Beatriz Hevia sobre «crisis moral»

Por: Camilo Espinoza | Publicado: 08.06.2023
Ideólogo republicano explica origen de frase de Beatriz Hevia sobre «crisis moral» Cristián Valenzuela | Foto: Agencia UNO
Cristián Valenzuela, uno de los asesores más estrechos de José Antonio Kast, relató que hubo un grupo de republicanos que colaboró para estructurar el mensaje de Beatriz Hevia en la testera del Consejo Constitucional. Para ello, se inspiraron en un discurso de Enrique Mac Iver que está cerca de cumplir 123 años.

En su primer discurso, la presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia, planteó un concepto que copó los titulares de varios medios de comunicación: “Chile vive una profunda crisis moral”, la que antecedería la crisis política, económica y social que atraviesa el país.

Esta crisis moral, según la abogada, “se manifiesta en la descomposición de la vida familiar, en el desprecio por la autoridad, las normas y el Estado de derecho. Y por cierto, en la justificación de la violencia y su solapada promoción como método de acción política”.

Cuál es el origen de la «crisis moral»

Cristián Valenzuela, director del centro de estudios Ideas Republicanas y uno de los asesores más estrechos de José Antonio Kast, contó detalles de cómo se gestó el discurso de asunción de Beatriz Hevia.

En el programa REconsejeros, emitido a través de YouTube, el abogado explicó que esperaban de antemano que ella contara con los votos de Chile Vamos, por lo que estuvieron trabajando con antelación en el diseño de su discurso.

“Varios ayudamos a la Bea en en esta construcción del mensaje que hizo. Y la frase de la crisis moral está inspirada en algo que hace más de 100 años dijo Enrique Mac Iver, cuando hablaba de la crisis moral pública”, detalló.

Para Valenzuela, problemas como delincuencia, inseguridad, economía y “el sentido de frustración que vive el país, de desesperanza” están relacionados con “la pérdida de ciertos valores, la pérdida de autoridad, la pérdida del respeto, la pérdida del sentido de comunidad”.

“Todo eso se ha ido horadando por el narcotráfico, por la violencia, la pérdida del respeto de los alumnos a los profesores, de los hijos a los padres. Entonces, esa reflexión yo creo que es muy profunda e identifica también a muchas personas”, añadió.

El abogado enfatizó que la idea del mensaje de Beatriz Hevia “no se trata de volver atrás, de volver a un tiempo que fue mejor, sino que volver a ciertas cosas que como sociedad nos hacen bien, y creo que ese mensaje lo hemos repetido mucho tiempo en otras circunstancias, pero tiene que ver un poco con recuperar ese sentido de país”.

En su intervención, Valenzuela también destacó el artículo 38 del anteproyecto de la Comisión Experta que justamente se refiere a los deberes, y que no están contenidos en la Constitución vigente.

“Llevamos mucho tiempo hablando de derechos, y está bien que avancemos en derechos, pero tener un capítulo que hable de los deberes constitucionales, que hable del respeto a la patria, a la bandera, a la autoridad, entre los padres y los hijos, yo creo que es un paso adelante a recuperar y reducir esa crisis moral que antecede y que explica las otras crisis también”, sentenció.

El discurso de Enrique Mac Iver

Enrique Mac Iver fue un político chileno de ascendencia escocesa de fines del siglo XIX y principios del XX. En calidad de masón y militante del Partido Radical, fue diputado y senador. También fue ministro de Hacienda e Interior del gobierno de Jorge Montt, quien asumió tras el derrocamiento de Balmaceda y el fin de la guerra civil.

En agosto de 1900 hizo su discurso más famoso, titulado «La crisis moral de la República». En él, hace un análisis del malestar en Chile y el estancamiento del desarrollo humano del país, quedando atrás de otras naciones que antes se miraban como iguales, como Brasil, Argentina, México, Australia o Canadá.

Ante ese diagnóstico, Mac Iver descarta algunas posibles causas que eran abordadas por la opinión pública de la época, como la raza, las instituciones, el territorio o la crisis económica.

“En mi concepto, no son pocos los factores que han conducido al país al estado en que se encuentra; pero sobre todos me parece que predomina uno hacia el que quiero llamar la atención y que es probablemente el que menos se ve y el que más labora, el que menos escapa a la voluntad y el más difícil de suprimir. Me refiero, ¿por qué no decirlo bien alto? a nuestra falta de moralidad pública; sí, la falta de moralidad pública que otros podrían llamar la inmoralidad pública”, subrayó.

Para Mac Iver, esta moralidad no consiste en el deber de no robar al fisco ni “cometer raterías”, que son actos que deben ser tratados por “jueces ordinarios”, sino se refiere al “cumplimiento del deber y de sus obligaciones por los poderes públicos y los magistrados, en el leal y completo desempeño de la función que les atribuye la carta fundamental y las leyes, en el ejercicio de los cargos y empleos, teniendo en vista el bien general, y no intereses y fines de otro género”.

“Hablo de la moralidad que da eficacia y vigor a la función del Estado y sin la cual ésta se perturba y se anula hasta el punto de engendrar el despotismo y la anarquía y, como consecuencia ineludible, la opresión y el despotismo, todo en daño del bienestar común, del orden público y del adelanto nacional”, señalaba el exparlamentario.

Mac Iver enfatizaba que “esa alta moralidad, hija de la educación intelectual y hermana del patriotismo, elemento primero del desarrollo social y del progreso de los pueblos; es ella la que formó los cimientos de la grandeza de los Estados Unidos y que se personalizó en un Washington; es ella la que condujo a nuestra República al primer rango entre las naciones americanas de origen español y que se personalizó en ciertos tiempos, no en un hombre sino en el gobierno, en la administración, en el pueblo de Chile”.

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