Tras AC Ávila admite preocupación ante discursos de odio por quienes no pueden defenderse

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, se refirió a la acusación constitucional que la oposición presentó contra él, libelo rechazado por amplia mayoría en la Cámara de Diputadas y Diputados este miércoles,  marcada por dichos homofóbicos por su orientación sexual. 

Frente a la herramienta fiscalizadora, la autoridad consideró que «es un momento interesante» para que el país y la clase política realicen una «evaluación» sobre su real utilidad.

«Se ha hecho una reflexión bien amplia sobre el valor que tienen estas acusaciones como herramienta que no puede ser sobre utilizada, porque finalmente después pierde valor», precisó el titular de Educación.

Sobre todo, considerando que este libelo fue especialmente controversial por las declaraciones de algunos parlamentarios de oposición respecto a la orientación sexual de Ávila, catalogadas desde el mundo social, político y algunas personalidades de la televisión como ataques de odio.

«Los extremos siempre son muy complejos en esto, porque uno ve estos incipientes discursos de odio«, detalló el ministro, argumentando que si bien «las diferencias ideológicas son muy naturales», no pueden «transgredir el terreno personal».

«Para mí no es problema, pero los que vienen detrás…»

A la controversial acusación y la manera en que esta se desplegó, se sumaron los dichos de la diputada independiente electa con el apoyo de Renovación Nacional (RN), María Luisa Cordero, quien entre otros calificativos, tildó de «pervertido» al ministro Marco Antonio Ávila, declaraciones que fueron cuestionadas duramente por parlamentarias del Frente Amplio.

Si bien para la autoridad sus declaraciones no representan un problema, sí observa con preocupación este tipo de agresiones homofóbicas por «aquellos que no tienen la posibilidad de defenderse».

«Para mí no es problema, pero los que vienen detrás, los niños y los jóvenes que sienten estas agresiones gratuitas, no es el momento. Lo importante es elevar la calidad política y centrarnos en las diferencias ideológicas profundas que puede haber entre un sector y otro, pero jamás en la ofensa, sino más bien, en la construcción de esa amistad cívica que hace crecer a los países», aseveró.

De hecho, Ávila recordó las palabras de la participante de Gran Hermano, Trinidad Cerda, quien confesó ser  transexual, circunstancia que la llevó a pensar en el suicidio por las burlas, risas y abuso que recibió en el pasado.

«Todos sabemos, y está absolutamente comprobado, que quienes hacen procesos de transición claramente van a tener situaciones de ideación suicida, entonces imagínense una persona que está en su casa escuchando algo así, que alguien diga epítetos de grueso calibre de una persona sin conocerla, entonces los que vienen detrás… no es el momento», aseguró Ávila.