Dolor crónico en Chile: Una de cada cuatro personas lo sufre y la mayoría son mujeres

Un 25% de la población general sufre dolor crónico en nuestro país, de acuerdo a la primera versión de la Radiografía del Dolor en Chile, del Centro UC de Estudios y Encuestas Longitudinales (CEEL) y la Achs. 

“Hasta ahora en Chile no contábamos con información representativa sobre la prevalencia de dolor crónico para el total de la población”, señaló el director del CEEL, David Bravo. De hecho, el estudio indaga en la prevalencia del dolor crónico en la población nacional, que demuestra que al menos 1 de cada cuatro persona vive con este tipo de dolencia. 

Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de dolor crónico? De acuerdo a Juan Carlos Vélez, médico jefe de Rehabilitación del hospital del Trabajado Achs, el concepto habla de tener un “dolor constante o la mayor parte del día durante los últimos tres meses, con intensidad mayor a 4 en una escala del 0 a 10”. 

Bajo tal definición, un 26% de las personas padece de dolor crónico, lo que aumenta progresivamente con la edad, explicó Vélez. “Entre los jóvenes de 18 a 24 la prevalencia es de 9,6% y crece hasta llegar a un 37% entre los mayores de 71 años”, puntualizó. 

Variables preocupantes: mujeres y personas desocupadas

El estudio encontró datos preocupantes en la variable de género: las mujeres son las que más padecen de dolor crónico con un 32,9%, versus los hombres con un 18,9%, el cual se experimenta con mayor severidad, con un promedio de 6,9 en contraste de un 6,2 en una escala del 0 al 10. 

La situación laboral es otro factor: aquellas personas que se declaran inactivas y desocupadas presentan mayor prevalencia del dolor, con un 33,8% y 33,4% que quienes se encuentran trabajando (22,4%). Lo mismo pasa con la escala de dolor que sienten las personas inactivas (7,1) y desocupados (6,8), en comparación a quienes trabajan (6,4). 

Situación previsional

Las personas que no tienen ningún tipo de previsión de salud son aquellas con más dolor crónico, con un 49,5% de la población que declara tenerlo. En el caso de Fonasa e Isapre existe una diferencia clara: para quienes se atienden por el sistema público, el dolor crónico es de 29,4%, mientras que aquellas que están afiliadas a alguna aseguradora es de 13,4%. 

Mientras que en el caso de las personas con enfermedades crónicas, como diabetes o hipertensión, manifiestan tener dolor crónico en mayor medida que quienes no las padecen. Un 17,1% de las personas que no tiene comorbilidad presentan dolor crónico, en comparación con un 28% entre quienes tienen una enfermedad crónica y el 47,7% que lo sufre entre los que declaran dos o más enfermedades crónicas.

Resultados que, de acuerdo a Vélez, permiten comprender con mayor profundidad que el de dolor crónico representa “una de las mayores causas de pérdida de salud y años de vida siendo sus razones muy diversas”.