Religiosos a 50 años del Golpe: “Aún no conseguimos la paz que es fruto de la justicia”

En la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, un grupo de religiosos, católicos y laicos se pronunciaron condenando los crímenes de lesa humanidad, pidiendo reparación para las víctimas, y lamentando a quienes, desde la Iglesia, apoyaron la violencia.

Primero, religiosas católicas hicieron un llamado a un “¡nunca más!” frente a las violaciones de derechos humanos, reivindicando la importancia de hacer memoria.

Y en paralelo, un grupo de “católicos, consagrados y laicos” relevaron un escrito para enriquecer, “desde nuestra fe”, la próxima conmemoración del Golpe cívico-militar del año 1973.

A través de un comunicado, las mujeres religiosas señalaron que no pueden quedarse en silencio porque “nuestra vocación religiosa nos impele proféticamente a expresar nuestro sentir frente a este momento de la historia”.

País lleno de heridas

“Hacer memoria es de vital importancia para las personas y los pueblos. Hacer memoria nos permite descubrir lo mejor para el presente y el futuro. Hacer memoria es mirar lo vivido de frente, con verdad, sin negar la realidad, asumiendo el compromiso de poner todo lo que esté en nuestras manos para llegar a esa verdad plena”, expresaron.

“La diversidad de posturas, legítimas en democracia, no puede paralizar este proceso y mucho menos negar el hecho histórico que trajo dramáticas y dolorosas consecuencias para numerosas familias de este país. Muchas de las cuales, aún no reciben justicia y lo que es peor, todavía no saben del paradero de sus seres queridos”, agregaron.

En ese sentido, señalaron que “han pasado 50 años y aún no conseguimos la paz que es fruto de la justicia, justicia que ha sido escasa y por lo mismo, mantiene al país lleno de heridas”.

“Sin justicia es muy difícil que logremos la paz, por lo tanto, insistimos en invitar a quienes todavía tienen información sobre el paradero de los detenidos desaparecidosla den y dejen ver la verdad”, añadieron.

“Solicitamos también, al Poder Judicial, que siga haciendo todo su esfuerzo en esta tarea tan fundamental de hacer justicia, es importante no sólo para las familias afectadas sino para lograr la tan deseada y necesaria reconciliación y convivencia pacífica”, llamaron.

“Con tristeza sentimos que como Iglesia Chilena nos hemos empobrecido en nuestra voz profética, la que fue vital en aquel momento”, agregaron, recordando el rol de los religiosos frente a la dictadura.

“Pastores, consagradas y consagrados, laicas y laicos, comunidades cristianas que acompañaron al pueblo de Chile en los tiempos de dictadura, nos dejaron un gran legado de compromiso que no hemos sabido o querido continuar”, analizaron las religiosas.

Católicos “propiciaron, participaron y/o apoyaron” el Golpe

En tanto, el grupo de católicos y laicos expresaron que desde la Iglesia “debemos hacer ver que la valoración de la persona humana se expresa en el ámbito social y político a través de la democracia solidaria y fraterna, pues sólo esa forma de convivencia social valora a cada persona, sin distingos de ninguna naturaleza”.

“Por cierto, en la base de toda democracia debe estar siempre el respeto al valor de cada persona, imperativo evangélico y humano que no podemos olvidar”, agregan.

Y por eso, “es siempre moralmente condenable cualquier acto atentatorio a la convivencia democrática, la que fue violentamente interrumpida por el Golpe de Estado del año 1973”.

Así, los religiosos manifiestan que “nos duele que haya existido católicos que propiciaron, participaron y/o apoyaron ese quiebre institucional. Un Golpe de Estado siempre genera muertes, desapariciones forzadas, torturas y toda clase de violaciones a los derechos humanos”.

“Tales hechos son tajantemente condenables para cualquier cristiano, y consideramos que ante esto hay que ser enfáticos, porque aún hoy constatamos, con dolor y sin entenderlo, que haya cristianos-católicos que justifican lo ocurrido”, expresan.

En ese sentido, lamentan que “algunos de ellos tienen responsabilidad política en cargos relevantes”. Al mismo tiempo, destacan la “decidida promoción y defensa de los Derechos Humanos ejercida por diversas confesiones religiosas como el Comité Pro Paz y la creación de una estructura pastoral inédita, como fue la Vicaría de la Solidaridad”.

“¡El que tenga oídos para oír que oiga!”, concluyó el grupo católico, llamando a respetar “sin matices” los derechos humanos.