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Víctima del estallido y condena a militar tras disparo: «Es potente señal contra la impunidad»

Por: Kathia Cancino Rojas | Publicado: 19.09.2023
Víctima del estallido y condena a militar tras disparo: «Es potente señal contra la impunidad» Carlos Astudillo, víctima del estallido social | Cedida
Carlos Astudillo recibió un disparo en una de sus piernas por parte del cabo segundo del Ejército, Pedro Lavín, quien recientemente fue condenado a siete años de cárcel efectiva por estos hechos. «Marca un precedente», dice con tranquilidad Astudillo en conversación con El Desconcierto.

Justo a 50 años del Golpe de Estado, la semana pasada la Corte Suprema confirmó la condena de Pedro Lavín Villalobos, el militar al cierre de esta nota en ejercicio, que le disparó directamente en la pierna, con un fusil de guerra, a Carlos Astudillo en el contexto del estallido social. 

Fueron ocho horas de una operación de urgencia en la Clínica Las Condes en Santiago y casi cuatro años buscando justicia lo que siguió a este traumático episodio. Un tiempo en que Carlos y su familia esperaron para que el máximo tribunal confirmara la sentencia de siete años de cárcel efectiva de Lavín, por el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas en su contra. 

“Estoy tranquilo y satisfecho”, dijo el joven, cuya sentencia –considera– sienta un precedente en la búsqueda de justicia y en la certeza de que en el país se violaron los derechos humanos durante la revuelta social.

En conversación con El Desconcierto, Astudillo destacó la necesidad de luchar por la reparación de las víctimas y la justicia integral, además de adelantar una eventual demanda civil contra el Estado por los gastos millonarios en los que incurrió junto a su familia para recuperarse de lo sucedido.

Soy beneficiario de la pensión de gracia, es la única compensación económica que he recibido”, señaló. 

La justicia llegó en un día simbólico, en la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. ¿Te sientes tranquilo con la resolución? 

– Desde un comienzo nosotros apostamos a 12 años y el Tribunal de Colina, el año pasado, estableció los siete años y asumimos esa decisión, así que con la sentencia estoy tranquilo y satisfecho, porque es una pena efectiva. Fue un camino largo, casi cuatro años. En momentos estuvo súper difícil, pensamos que no íbamos a ganar, por lo que la tomo como algo que me permite cerrar el ciclo. 

En una entrevista anterior cuentas que tu caso estuvo dormido 18 meses, ¿cuánto demoró en llegar la justicia?, ¿crees que siete años es suficiente? 

– Tuvieron que pasar aproximadamente ocho meses para que la Suprema tomara esa decisión. Es un plazo no menor, pero ahora que lo veo con mayor perspectiva, el resultado es positivo y que la justicia actuara a la altura, con eso mi familia y yo estamos satisfechos. En la Fiscalía en Colina el caso no avanzaba, las diligencias no se realizaban, y por eso se solicitó el cambio de fiscal y se notó un mayor compromiso y avance con las diligencias que permitió que el caso avanzara. 

¿Crees que es una buena señal para las otras víctimas del estallido que aún no tienen justicia? 

– Es una señal muy potente. Primero, porque se dio a conocer un día súper simbólico y en el cual se ratificó la condena a un militar, y es una señal muy potente contra la impunidad y da esperanzas de justicia y reparación, y también marca un precedente para las siguientes causas. Primero, porque fue una votación unánime en la cual se descartó la legítima defensa a terceros, que es una de las hipótesis que planteaba la defensa, que invocó la Ley Naín Retamal, pero el máximo tribunal la desestimó como argumento para la nulidad.

Marcar un precedente

¿Crees que marca un precedente para las violaciones a los derechos humanos que han sido tan cuestionadas durante estas últimas semanas, sobre todo por la derecha? 

– Sin duda ratifica que las violaciones a los DD.HH. existen y son efectivas, que no es un invento de un sector político y que son hechos que son consumados. Lo que expresa esto es que el Ejército, la gente del Estado, han cometido violaciones donde hay responsables políticos. También marca un precedente en el sentido de que va a permitir ampliar la investigación a los altos mandos, ya sea Carabineros, Ejército o autoridades políticas (…). Tenemos entendido que se está realizando una investigación a los altos mandos y esta sentencia va a contribuir a robustecer la investigación. 

Considerando el dinero involucrado para costear las operaciones a las que tuviste que someterte, ¿recibiste alguna compensación por los gastos en los que incurriste? 

Soy beneficiario de la pensión de gracia, es la única compensación económica que he recibido…

Pero, ¿el fallo de la Corte Suprema no considera ninguna reparación en cuanto a los gastos? En otra entrevista mencionaste gastos por cerca de $200 millones…

– Una compensación mínima, que son unos ahorros que ha ido depositando el militar, pero que no cubren en nada la deuda que tenemos como familia. Es una compensación mínima y lo hace a modo de imputado, no como Estado. Nosotros vamos a presentar una demanda civil, estamos recabando información para definir un monto exacto, porque hay deudas millonarios, en la Clínica Las Condes es de $70 millones, con la Clínica Dávila también hay una deuda millonaria y posterior a la hospitalización también he incurrido en gastos. 

La derecha no acudió al acto de conmemoración del 11 de septiembre. Considerando el negacionismo existente respecto de las las violaciones a los derechos humanos, ¿cuál es tu apreciación? 

– Fue un acto antidemocrático, incluso me atrevería a decir que inhumano, porque todos estamos de acuerdo de que hubo un quiebre de la democracia y hay responsabilidades que un sector político no las asume, y eso es riesgoso para la democracia en un futuro, porque si no se reconoce la responsabilidad política a 50 años lo que ocurrió, también se pone en tela de juicio el compromiso con la democracia de esos sectores políticos.

E inhumano, por no reconocer las violaciones a los derechos humanos y culpar a las víctimas de la responsabilidad de los hechos. Por eso para mí fue un acto de división, de polarización, que nada ayuda a la reconciliación y a sanar la herida, incluso todo lo contrario, profundiza la herida y la polarización.

De cara al futuro, ¿crees que sea posible sanar la herida alguna vez?  

– Me gusta ser positivo y pensar que en algún momento vamos a sanar la herida… pero para eso se requiere un esfuerzo de toda la sociedad, tanto el mundo político como de toda la sociedad. Y sanar la herida también es que se haga justicia. Por eso yo siento que, en mi caso, que se haya realizado justicia y que permita avanzar en justicia, va a permitir sanar la herida, sobre todo de nuestra generación. Pero si se mantiene la impunidad y el escenario general, porque son miles de casos que aún no hay formalizados, es difícil que sane… por eso se requiere mucho, que se concreten las demandas del movimiento de derechos humanos, de justicia, reparación integral, memoria y garantía de no repetición. 

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