“Casa Rota”: Disputa en el Barrio Yungay enfrenta a los vecinos con la municipalidad

Una compleja situación se vive en el Barrio Yungay entre los vecinos, la municipalidad de Santiago, y la Casa Rota, un centro comunitario tildado de “discoteque clandestina” por los ruidos molestos que emite hasta “altas horas de la madrugada”, en palabras de uno de los denunciantes.

Se trata de Mauricio Redolés, músico, poeta de extensa trayectoria y residente de toda la vida de la zona. En una carta enviada a El Desconcierto, Redolés cuenta que una vivienda que se incendió fue posteriormente “tomada por un grupo de personas irrespetuosas del necesario descanso de los vecinos e instalaron una discoteque clandestina que funciona de viernes a domingo”.

Según acusó el artista, en abril denunció esta situación a Kevin Díaz, Jefe de Seguridad de la Municipalidad de Santiago, pidiendo una audiencia “sin resultado positivo”, tanto con la dirección de Seguridad como con la alcaldesa Irací Hassler.

Mauricio Redolés llevó la denuncia hasta sus redes sociales, donde Hassler le respondió que comparte “su preocupación, para esta administración es una prioridad que nuestras comunidades vivan en paz y tranquilidad”.

“Estamos recuperando casas tomadas en comisión de delito, llevamos 25 en este año. Es un proceso complejo de coordinación con policías y fiscalía, que trae resultados para recuperar los barrios”, agregó.

Así también, Irací Hassler indicó que lo contactó por correo “para que hagamos el seguimiento del espacio denunciado y continuemos recuperando los espacios que afectan el buen vivir en el bello Barrio Yungay”.

Casa Rota: No somos una discoteque clandestina

Luego de la denuncia de Redolés, desde el centro comunitario recalcaron su calidad de espacio autogestionado abierto para artistas y vecinos de la comunidad, que incluso estaría respetando acuerdos de funcionamiento y horario con la vecindad.

“Casa Rota es un proyecto de recuperación de espacios que inició luego del incendio que en 2021 destruyó la casa patrimonial que hoy nos acoge. Gracias a la gestión de sus dueños y del equipo que compone Casa Rota, se ha evitado que el lugar fuera tomado por el crimen organizado, lo que sí es un verdadero problema en el barrio”, escribieron en sus redes sociales.

“No somos una discoteque clandestina. Esta es una afirmación lamentable de parte de un serio exponente de la cultura nacional. Casa Rota es un centro comunitario que reúne a profesionales, artesanos y artistas, y que ofrece un espacio seguro a artistas emergentes para que puedan dar a conocer su obra”, agregaron.

Según el equipo del espacio, ellos reciben exposiciones de arte, festivales de música, ferias de artes y oficios, talleres o workshops, grupos de recicladores, y también se han organizado eventos familiares y a beneficio, además de facilitar espacios para reuniones de organizaciones comunitarias y vecinales.

“Somos conscientes de que los eventos de música pueden generar molestias, y por lo mismo, conversamos y acordamos un horario junto a los vecinos hasta las 12 PM de los fines de semana. El vecino denunciante fue parte de este acuerdo”, agregan.

“Este horario se ha respetado, salvo lamentables excepciones que han terminado con la expulsión de quienes lo excedieron. En cada oportunidad hemos respondido prontamente”, explican.

También aseguraron que ningún miembro se ha visto involucrado en crímenes, que Carabineros ha llegado hasta las dependencias a inspeccionar sin encontrar hechos delictuales, y que son los mismos propietarios de la vivienda quienes hacen uso de Casa Rota, donde además arriendan dos espacios interiores.

Junta de Vecinos: El problema es mayor

Desde la Junta de Vecinos Barrio Yungay, José Osorio comenta a El Desconcierto que solidarizan con Redolés, pero que “este caso es la punta del iceberg de una situación que vecinos y vecinas vienen denunciando en distintos ámbitos y lugares del barrio asociados a su seguridad y calidad de vida, y que no tienen una respuesta pertinente de parte del municipio”.

De acuerdo con el dirigente vecinal, el centro comunitario “es un ejemplo de varias otras situaciones que se dan en el barrio”, donde vecinos denuncian permanentemente casos donde “se pasa a llevar la tranquilidad de vecinos y vecinas”.

“Tenemos muchos casos en los cuales diversas situaciones que afectan la calidad de vida del barrio son presentadas tanto a la dirección de seguridad como a la alcaldesa, que no tienen respuesta o al menos no tienen una solución efectiva de largo plazo”, señala.

“Hemos visto el desarrollo de este programa de recuperación de viviendas tomadas, lo que obviamente nos parece bien que se realice, pero si ese programa no tiene continuidad en el tiempo en la práctica no genera una solución de largo plazo”, añade.

Así, se refirió particularmente al caso de un inmueble en Esperanza con Compañía que fue desalojado hace pocos días, pero que a las 48 horas fue retomado nuevamente de manera ilegal.

“Tenemos un problema bastante complicado en general en el barrio por situaciones como ésta, que afectan indudablemente la vida, la tranquilidad, el sueño y el vivir tranquilos en el propio hogar donde uno habita en Barrio Yungay”, dice a El Desconcierto.